Un colombiano acerca dos mundos parecidos pero lejanos.

Publicado por John Machado | julio 28, 2021 | Personajes
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Salym Fayad viajó en 2008 de Colombia a Sudáfrica. En ese momento este viaje —que en principio debía durar unas semanas o, como mucho, unos pocos meses— suponía para Salym una oportunidad para hacer no solo un recorrido fotográfico por el sur y el este de África, sino también una exploración personal de las músicas de la región.

La vibrante y dinámica escena cultural de Johannesburgo impresionó positivamente a Salym, quien allí se encontró con montones de artistas multidisciplinares que estaban haciendo trabajos muy experimentales por fuera de los esquemas convencionales: creadores que eran fotógrafos y cineastas hacían música, colaboraban con proyectos de diseño gráfico o de modas y hacían gestión cultural. En la efervescencia creativa de la ciudad Salym pudo ver una cara más amable de ese territorio enorme y hostil, que es un gran centro económico a nivel tanto nacional como continental y donde confluye gente de todas partes de África. Salym quedó fascinado con la riqueza de la producción cultural de Johannesburgo.

Mientras Salym hacía algunos viajes por la región que lo llevaron a visitar Zimbabue y Namibia, su estancia en Sudáfrica se fue alargando y su regreso a Colombia empezó a postergarse. Al cabo de un tiempo Johannesburgo terminó convirtiéndose espontáneamente en la base de operaciones de Salym.

Tras asistir a un concierto de la banda sudafricana BLK JKS, Salym empezó a descubrir la escena local del rock y se hizo una pregunta: ¿por qué esto no ha salido de Sudáfrica y tampoco se conoce en otras partes del mundo? Pensó que sería interesante dar a conocer en Colombia el trabajo de BLK JKS.

En 2011 su participación en un pitch de la Moshito Music Conference and Exhibition le abrió a Salym las puertas para llevar a la banda colombiana Sidestepper a Sudáfrica con el apoyo de la Embajada de Colombia en ese país. Al ver por primera vez a una banda colombiana en concierto, el público sudafricano se sorprendió al darse cuenta de que en Colombia hay población afrodescendiente y de que allí se estaba haciendo una música de vanguardia que mezclaba cumbia y otros ritmos tradicionales con dub, drum and bass y pistas electrónicas. Durante los años siguientes Salym continuó llevando música colombiana a Sudáfrica, lo cual contribuyó a dar a conocer allí el trabajo de Llorona records, Bomba Estéreo y La-33, entre otros.

Salym también consiguió en 2011 su objetivo de llevar a BLK JKS a Colombia, lo cual al generar un flujo de ida y vuelta entre las dos orillas del Atlántico le permitió definir desde una perspectiva circular su misión como promotor musical. Cuando BLK JKS se presentó en el festival Rock al Parque al público local le sorprendió estar frente a una banda de rock africana porque al parecer creía que en África solo se hacía música tradicional con tambores.

Durante los siguientes años, Salym continuó desarrollando en el continente africano su carrera como periodista al servicio de diferentes medios de comunicación —de hecho, actualmente es el corresponsal de FRANCE 24 Español para el África subsahariana—. Su trabajo como periodista ha consistido en viajar por todo el continente para cubrir principalmente festivales tanto de música como de cine y eventos de cultura tradicional, así como elecciones, conflictos y diversos temas de actualidad. Salym ha recorrido más de treinta países del continente produciendo reportajes y series fotográficas desde un enfoque de cultura y migración, buscando siempre hacer viajes largos con el propósito de poder trabajar a profundidad con agentes culturales locales y regionales. Le interesa particularmente trabajar en países que tienen una cultura musical y audiovisual rica como Sudáfrica, Mali y Burkina Faso.

Salym y sus colegas colombianas Marcela Ascencio, Marcela Guerrero y Ángela Ramírez crearon en 2014 la Fundación Otro Sur, que ese mismo año organizó el Festival de cine colombiano en Sudáfrica. Este festival que se realizó en Johannesburgo y Ciudad del Cabo fue la primera muestra a gran escala de películas colombianas en Sudáfrica y tuvo una excelente acogida, sobre todo porque despertó en el público sudafricano la conciencia de que en Colombia también se hace cine.

En 2015 la fundación hizo la primera edición de la Muestra Itinerante de Cine Africano (MUICA), que se realiza cada dos años en mayo —mes de la herencia africana— y que en 2021 celebró su cuarta versión. El propósito de la MUICA es llevar el cine africano a Colombia y facilitar el acceso a este no solo en Bogotá, sino también en ciudades como Cali y Cartagena que tienen una gran concentración de población afrocolombiana. La MUICA busca exhibir no solo lo que el público suele y espera ver, sino también piezas de ciencia ficción, comedia, fantasía o animación que puedan sorprenderlo.

La periodista catalana Gemma Parellada —que antes vivía en Johannesburgo y actualmente está establecida en Costa de Marfil— y Salym organizan desde 2018 en Barcelona el festival Wallay de cine africano, cuyo planteamiento se inspiró en la MUICA. El festival Wallay busca establecer un lazo entre el público barcelonés y las realidades africanas sobre las que Gemma y Salym reportan como periodistas, haciendo que su rol como testigos que cuentan lo que está pasando en África los convierta en actores que generan y presentan un producto cultural de buena calidad a través del cual sea posible dar a conocer más amplia y profundamente las realidades africanas que abordan en sus historias. Como en Barcelona se realizan más de cincuenta festivales de cine al año y el público local tiene un mayor conocimiento que el colombiano de las realidades africanas, el trabajo de construcción de un público para el festival Wallay fue mucho más sencillo que en el caso de la MUICA. Salym destaca que para el diseño de la programación tanto de la MUICA como del festival Wallay se buscan películas que tengan que ver con el contexto local o que estén en sintonía con este.

Como consecuencia de la pandemia, durante el último año y medio Salym no ha podido viajar tanto como le gustaría. Sin embargo, desde el inicio de la pandemia ha sido invitado a impartir charlas virtuales sobre proyectos culturales y migración en universidades y otros contextos de africanistas que han permitido que su trabajo llegue a nuevos públicos. Salym es miembro de la red de promotores musicales Cultural Connections Africa (CCA), que en plena pandemia organizó un ciclo de conciertos en línea de música africana —una experiencia que próximamente se replicará en el ámbito latinoamericano gracias a Cultural Connections Latin America.

Para Salym todos los aspectos de su trabajo en los campos del periodismo, la fotografía y la gestión cultural forman parte de un solo diálogo que busca mostrarle distintos aspectos de África al público, sobre todo a aquel que se encuentra en Colombia —donde el desconocimiento sobre lo que pasa en el ámbito africano es tan grande como el que existe en este con respecto a la realidad colombiana.

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