¿Cómo lograr ejercer tu profesión en el exterior?

¿Cuántos de ustedes han soñado con ejercer su profesión en el exterior para tener más posibilidades de ganar un mejor sueldo, gozar de un contrato laboral que ojalá no sea por prestación de servicios, y en general que nos facilite una buena calidad de vida? Muchos.  

¿A cuántos les destruyen el sueño asegurándoles que es muy difícil o que no es posible? A muchos, también. En Vínculos queremos decirles que, aunque hay muchos esfuerzos de por medio, sí se puede hacer parte de la comunidad de colombianos en el exterior que se desempeñan en su campo profesional, si es esto lo que realmente les apasiona. 

Se puede estar a la altura de connacionales como Diana Trujillo, la ingeniera detrás de la misión espacial de la NASA o como Isabel, la historia a continuación.

Y es que los casos de éxito siempre serán la mejor inspiración para arrancar. Personas de carne y hueso como los demás mortales que en algún momento se plantearon una meta y la alcanzaron. Se preguntan, ¿cómo ‘rayos’ le hacen? Tomen nota que no es imposible. 

Isabel Forrest, es una paisa que estudió Administración de Negocios, en Medellín. En diciembre del 2006, llegó a Nueva Zelanda a estudiar inglés. Después de 11 meses en Auckland, regresó a su tierra para continuar con sus estudios profesionales, pero su objetivo estaba claro: volvería a Oceanía, no solo porque allí conoció a su actual pareja, sino también porque vio la posibilidad de trabajar en su profesión en mejores condiciones que en Colombia.

Hoy, con un posgrado en Administración de Negocios con mérito en Mercadeo, de la Universidad de Massey, reside en Australia y es la Gerente general de Mercadeo y Comunicaciones de Cox Automotive, el proveedor de soluciones digitales para la industria automotriz más grande del mundo. 

Mapa de ruta 

De acuerdo con Forrest, la regla número uno es salir del país con un plan. “Pregúntate, ¿qué es lo que quiero hacer?”, ¿puedo hacer algo desde Colombia para acelerar ese proceso?” por ejemplo, un curso o una práctica universitaria internacional. De todos modos, “hay que venir preparado a trabajar y hacer sacrificios, pero con la idea clara de lo que se quiere ser. Hay que confiar en eso que se desea y no dudarlo”, señala. 

Si el propósito es irse a un territorio de habla inglesa, lo primero y más fundamental será aprender el idioma, lo cual ella supo desde un principio: su éxito dependería de su habilidad para manejar el lenguaje. Tanto, que al inicio sí fue una pared impuesta.

“Mi jefe de ese entonces, quien sabía que mi pasión era el mercadeo, me dijo en una reunión de seguimiento que yo ‘nunca me desarrollaría en esta área porque tenía una barrera lingüística`. Las lágrimas se me salieron de inmediato. Me las sequé, y eso me dio mucha fuerza para demostrarle que no sería así”, comparte Isabel.

En el caso de María Alejandra Galvis, una economista manizaleña que se desempeña como Senior Economist en Londres, la mentalidad juega un rol protagónico, “todavía me da mucho temor sostener reuniones que requieran negociación. Eso es algo que aún necesito trabajar, dejar de dudar de mis capacidades de comunicación, porque sí puede poner freno en el desarrollo profesional”. 

Y sí. Cientos de colombianos salen del país a estudiar. ¿En qué cambia cada narrativa? Un poquitín de suerte y gran determinación y confianza en sí mismo. En la capacidad de leer el potencial de cada situación, y esto es lo que deseamos que aprendan.

“Todos los fines de semana llamaba llorando a Colombia. Siempre me imaginaba lo que podría estar haciendo allá y no estaba haciendo en Nueva Zelanda (…) que me daba duro, ¡total!, pero yo tenía la convicción de que el no estar viviendo a mis expectativas era temporal. Yo tenía un plan, lo decía en voz alta y me lo repetía como un mantra.”, asegura. 

Lo segundo más importante: inmersión total. 

Cuando se está en el exterior lo más fácil es recurrir de inmediato a los paisanos, a los que nos hace sentir como en casa. De acuerdo con Isabel, ¡grave error! Hay que sumergirse en la cultura para dejar de actuar como visitante y deambular como local. 

“El Australiano, generalmente hablando, no es tan estudiado. Es decir, un colombiano compite fácil a un nivel básico de coordinador o asistente, dado que, los que van por ese mismo puesto, no tienen los mismos estudios (nivel universitario). Ahora, cuando empieza a subir, ahí ya se irá encontrando con otro calibre profesional. Le toca desaprender todo lo que le llevó a ser exitoso en ese primer puesto para poder avanzar. Desenvolverse como los australianos, sin dejar la esencia, pero sí moldeándola para jugar con otro tipo de reglas”. 

Y no pueden dejar la esencia porque es el tercer factor: ética de trabajo. Los colombianos tenemos actitud, somos perseverantes, buenos trabajadores, ¡nos le medimos a todo! Y eso no es un dato menor, hace parte de las habilidades transferibles que se requieren en cualquier puesto de trabajo. Es un diferencial cultural enorme que puede abrirles muchas puertas. 

Isabel es una colombiana que nos hace sentir felices. Es todo lo positivo que somos, es la muestra de nuestro potencial. Su intención es expandir su mensaje, por esto ha creado EELATE historias que inspiran, un podcast en el que pueden escuchar las historias de éxitos de hispanohablantes muy tesos, que comparten todo su proceso, sus secretos y sus tips para emprender camino. 

Es una delicia escucharlo. Es un bálsamo en medio de tanta noticia, y porque al final, lo más seguro es que se repitan: eh, ¡cómo no voy a ser capaz! Y quizás se animen. De ser así, ¡Bon voyage! 
Quieres saber más sobre la historia de Isabel? Visita su página web o escucha el podcast