Hace un par de años Caro se tomó un mes de vacaciones para volver a Colombia, sabía que necesitaba un cambio, pero no se atrevía a dar el paso, necesitaba desconectarme de todo y pensar. “Entre aviones, carreteras y conversaciones empecé a recordar en qué era buena, qué me hacía vibrar, cuáles eran mis conocimientos, mis habilidades y mi experiencia profesional. Ahí me di cuenta de que tenía que ser fiel a mí misma y, como decía mi papá, lanzar mi corazón para que el cuerpo lo siguiera”.
Al volver a Australia, entregó su carta de renuncia: tenía un muy buen cargo, estabilidad, la habían ascendido… Pero no estaba generando el impacto que quería con lo que hacía. En Colombia descubrió que la mejor versión de sí misma aparecía justamente cuando facilitaba en otros ese proceso de identificar su potencial, cuando al conversar con ellos lograba que se sintieran empoderados y listos para hacer frente a los desafíos de la vida. Así terminó su vida corporativa en el área de recursos humanos y reclutamiento, y comenzó un capítulo como emprendedora: hoy en día se especializa en ayudar a profesionales migrantes a ganar visibilidad y a ser más competitivos en el mercado laboral australiano y de Nueva Zelanda.
Antes de llegar a Perth, Caro había vivido en Londres como estudiante, y en Buenos Aires como profesional; a través de sus experiencias conoció de primera mano los desafíos de abrirse campo en el mercado extranjero y la satisfacción de lograrlo. Esto, añadido a sus conocimientos en psicología, programación neurolingüística y gerencia de negocios, le han permitido compartir con otros migrantes profesionales las técnicas y las claves para conseguir el éxito, pero desde una perspectiva muy subjetiva, “porque el éxito significa algo diferente para cada persona”, se apresura a aclarar. Como toda una autoridad en la materia, por su formación académica y su experiencia personal y profesional, en Vínculos hablamos con Caro Monroy sobre la inserción laboral de los profesionales migrantes, especialmente de los colombianos: los desafíos, las ventajas competitivas, y las claves para ganar visibilidad en los mercados de otros países.
LOS 3 PRINCIPALES DESAFÍOS DE LOS MIGRANTES PROFESIONALES
Para Caro hay tres puntos que resumen bien los múltiples retos a los que nos enfrentamos como migrantes profesionales, tanto en mercados hispanos como anglosajones:
- Desconocer el mercado profesional al que se llega: “cosas tan sencillas como el título profesional, o el nombre de la carrera de la que uno se graduó, pueden ser completamente diferentes en el exterior, y lo veo a diario con mis clientes. Por ejemplo, la Ingeniería Industrial es una carrera muy popular en Colombia, pero en Australia no existe, así que genera mucha dificultad para otra persona entender lo que estudiaste si no lo puedes explicar con una equivalencia en tu nuevo contexto. Otro ejemplo es el nombre de tu cargo en Colombia; allí tenemos nombres muy rimbombantes que no coinciden con los años de experiencia o con el ‘expertise’ que se requiere en otros contextos. Es importante tener claridad sobre lo que implica el rol al que estamos aplicando, hay que hacer esa investigación”.
- El sentimiento de no pertenencia, o no encontrarse a uno mismo en el nuevo contexto: “muchas veces las personas se encierran en una burbuja, solo se relacionan con colombianos, y no interactúan con apertura en el nuevo contexto en el que están, un comportamiento que dificulta mucho la adaptación. Tener esto muy claro me ayudó a mí a desarrollarme como profesional en Argentina, donde me esforcé por entender la cultura del asado, tomar mate con los compañeros del trabajo, comprender su humor, amar las películas de Ricardo Darín, y entender que el fútbol es una religión; y también en Australia, cuando me unía a mis compañeros de trabajo para tomar un trago en el ‘pub’ de la esquina los viernes en la tarde, me interesé por el cricket, y traté de surfear. El consejo más importante es que hay que hacer todo lo posible por adoptar elementos de la cultura en la que habitamos y entender la idiosincrasia del lugar; estoy segura de que eso no nos hace menos colombianos, pero lo que sí nos da es herramientas para ganar visibilidad y aumentar nuestra competitividad.”
- No ser capaces de romper antiguos paradigmas: “hay que entender que lo que funcionó en otro contexto no necesariamente funciona en el actual. Por ejemplo, en Colombia las jerarquías dentro de la organización están muy marcadas, pero en Australia las relaciones son mucho más simétricas y se valora que los empleados interactúen con sus compañeros o con sus superiores de forma más natural. Muchas veces en los procesos de selección se le da más importancia a que la persona encaje en la cultura organizacional, que a sus habilidades técnicas, porque finalmente las habilidades técnicas se pueden desarrollar en el día a día en el trabajo, pero el clima organizacional sí se puede ver amenazado si la persona no encaja bien”.
LA VENTAJAS PROPIAS DE LOS PROFESIONALES MIGRANTES
Para Caro, los migrantes tenemos muchas ventajas competitivas y habilidades transferibles -también llamadas ‘blandas’- que podemos capitalizar en nuestra búsqueda de empleo. Sin embargo, hay tres especialmente importantes: la adaptabilidad: “nosotros venimos acostumbrados a algunas transiciones que nos generan algo de incomodidad; estamos dispuestos al cambio, somos muy dinámicos, y nos enfocamos en el “hacer” mientras encontramos ese nuevo piso, esa estabilidad que buscamos”. La disposición: “tenemos un interés real en aprender, experimentar, probar, hacer sacrificios, levantar la mano… estamos listos para lo que se venga, ¡la disposición de los colombianos es impresionante!”. La creatividad: “como migrantes desarrollamos una gran capacidad para pensar diferente; nos volvemos recursivos, somos curiosos y eso estimula la creatividad y nos permite ofrecer una perspectiva diferente. Muchos países a los que llegamos los colombianos migrantes necesitan importar habilidades que no se encuentran en el mercado”.
COLOMBIANOS: ESTUDIOSOS Y CON MUCHOS TÍTULOS ACADÉMICOS
Además de las ventajas anteriores, una característica especial que Caro ha percibido en la comunidad de colombianos migrantes es la gran preparación académica: “somos gente con muchos títulos académicos y muy estudiosos”. Esa es una ventaja competitiva en países como Australia, donde los profesionales nativos no necesariamente han ido a la universidad, y han aprendido lo que saben a través de su experiencia laboral: “por eso los profesionales migrantes podemos tomar algunos trabajos muy específicos que requieren de unas determinadas habilidades. La educación que traemos definitivamente es una ventaja competitiva”.
Capaces, motivados, resilientes: así describe Caro a los migrantes profesionales colombianos, a quienes le gustaría ver mucho más establecidos en el ámbito profesional; sin embargo, también ha percibido puntos negativos: “muchas veces también nos falta disciplina, constancia, y también tenemos dificultad para romper paradigmas, porque a veces creemos que nos las sabemos todas y eso nos puede jugar en contra y no ayudarnos mucho en la adaptación”.
5 CLAVES PARA INSERTARSE EN EL MERCADO LABORAL COMO MIGRANTE PROFESIONAL
- Entender el contexto social y económico al que llegamos: “es importante que las personas entiendan de qué depende la economía en las ciudades a las que llegan; cuáles son las industrias que han crecido, cuáles se han estancado y por qué. También que entiendan qué está pasando políticamente, qué proyectos mueven la economía, cuáles son las principales empresas en su sector en particular o cuáles son esas personas clave dentro de esa industria, y qué actividades de networking se están desarrollando en donde ellos puedan tener participación”.
- Ganar visibilidad en el mercado: “a veces queremos pasar desapercibidos y tener un perfil muy bajito, cuando lo que necesitamos es identificar cuáles son nuestras ventajas competitivas y ganar visibilidad. Muchas veces, lo que percibimos como desventaja, realmente no lo es: por ejemplo, en los mercados angloparlantes muchos migrantes profesionales le tienen miedo al acento, creen que no les van a entender o que su inglés no es lo suficientemente bueno, pero el acento lo que cuenta es que tenemos una historia de coraje, de resiliencia, de dinamismo, de adaptación, y es a través de ese acento que podemos solidificar nuestra marca personal. Otra ventaja competitiva que se percibe como desventaja es ser nuevo en el mercado: para mí esto es la oportunidad perfecta para conectar con personas que nos cuenten su perspectiva del mercado y nos puedan dar sus tips para insertarnos en él. Para ganar esa visibilidad es necesario identificar la “creencias limitantes” -esos paradigmas de los que hablábamos anteriormente- y cambiarlos por creencias más potenciadoras que vayan acorde a la estrategia que tenemos para lograr ser exitosos en ese mercado profesional”.
- Creación de marca profesional: “la marca profesional es básicamente cómo nos recuerda la gente. Hoy en día es muy importante tener una marca profesional virtual, y para ello debemos tener herramientas que cuenten un poco esa historia nuestra. Pero esas herramientas deben mandar el mensaje adecuado; deben ser claras en qué ofrezco yo como profesional, o cómo me posiciono con respecto a otros candidatos en el mercado. ¿Sabemos realmente qué nos hace diferentes a nuestros colegas?, ¿con qué queremos que nos asocien? Es importante tener estos conceptos claros para crear nuestra marca profesional.
- Herramientas adecuadas: “para comunicar la marca profesional necesitamos saber cómo estructurar un currículum adecuadamente, cómo identificar cuáles son los títulos específicos para los cuales podemos aplicar según nuestra experiencia, y cosas por el estilo. En mi más reciente ebook me enfoco en explicar estas herramientas con detalle”.
- Tener una estrategia clara y eficiente: “yo nunca recomiendo utilizar horas y horas aplicando a trabajos; es preferible utilizar el tiempo de forma eficiente y tener un objetivo específico: a quiénes queremos contactar, qué les queremos decir, cuántos contactos en la industria necesitamos agregar a nuestra red esta semana, o con cuántos de ellos me gustaría tomar un café. Ese tipo de estrategias claras y eficientes son las que nos van a ayudar a posicionarnos y a ganar visibilidad en el mercado”.
EMPRENDIMIENTO: EL OTRO CAMINO
Los números indican que Latinoamérica es una de las regiones del mundo donde más se emprende, y es bastante común encontrarse con historias de emprendimientos exitosos de migrantes que decidieron crear su propia fuente de empleo al verse inmersos en los retos propios de encontrar trabajo en otro país: homologación de estudios, poca oferta, barreras idiomáticas, etc. Para Caro el emprendimiento no es solamente una vía que posibilita la independencia económica, también es una forma de liderazgo en donde hombres y mujeres encuentran sus voces, se vuelven conscientes del impacto que pueden tener en sus comunidades, y en muchos casos se vuelven generadores de empleo.
“Muchos de mis clientes, por necesidad o propósito, han considerado el emprendimiento como un camino. Además, emprender en economías que incentivan a las pequeñas y medianas empresas hace mucho más fácil la toma de esta decisión: puntualmente en Australia no existe burocracia a la hora de registrar su empresa, y los costos son muy razonables o incluso inexistentes. El desafío más grande que he identificado con quienes toman esta decisión es que muchos no tienen claridad en su modelo de negocio. Dejar el mundo corporativo para emprender me ha dado la experiencia y la autoridad para sugerir algunas metodologías, sobre todo en estadios muy tempranos del negocio, en los que no hay mucha claridad y en donde cuesta mucho tomar decisiones porque hay muchos miedos presentes, sobre todo al fracaso”.
EL MEJOR EPÍLOGO QUE LEERÁS ESTA SEMANA
“No hay desarrollo profesional sin desarrollo personal. La mayoría de desafíos que experimentamos como profesionales migrantes son el reflejo de muchos conflictos internos, de inseguridades, de miedos, paradigmas, y creencias limitantes que nos juegan en contra en cualquier contexto en el que estemos”. Como en el caso de Elisa, una de sus clientes, que tenía un “hueco” de una década en su hoja de vida por haberse dedicado al cuidado de sus hijos y un miedo paralizante de volver al mundo laboral, pero quien después de trabajar en su autoconfianza, consiguió un puesto en una entidad del gobierno australiano, algo nada fácil de lograr. “Yo considero que es necesario tener espacios para hablar de esto sin prejuicios, y entender que en la vida del migrante hay demasiadas rupturas, transiciones y desafíos que impactan en la forma en la que comunicamos nuestra marca profesional”.
Para cerrar la entrevista, Caro se despide con un consejo de la escritora Elizabeth Gilbert que la ayudó mucho en momentos de frustración y confusión en su trayectoria profesional, y le dio las herramientas para definir su vida desde otra perspectiva: “hay tres conceptos muy importantes que, cuando se confunden, generan mucho conflicto: carrera, trabajo y propósito. El trabajo es un intercambio de tiempo y habilidades por dinero, un medio para un fin, y no necesariamente debe proporcionar realización ni felicidad. La carrera es algo que no todos debemos ni queremos tener: es cuando estamos dispuestos a hacer sacrificios y a dar tiempo extra de la vida para escalar dentro de una compañía porque tenemos un objetivo que nos es gratificante. El propósito es un llamado, lo que uno hace para impactar, transformar, generar el cambio en otros; es una fuerza interior que solo nace de uno, y que no necesariamente genera dinero. Cuando uno no tiene claras estas diferencias, se acaba generando cargas innecesarias, así que mi consejo es: si tienes un trabajo, asúmelo como lo que es; si tienes una carrera que te gusta, ¡fabuloso!, disfrútala; y si estás conectado con tu propósito, ¡maravilloso! Pero si aún no lo has descubierto, no te preocupes mucho por buscarlo, porque él mismo se irá manifestando”.
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