La actualidad literaria contada por el periodista Winston Manrique
Winston Manrique nació en Neiva en 1965 y desde 1997 ejerce el periodismo cultural en Madrid, adonde llegó para cursar el Máster en Periodismo de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y el diario El País. Después de trabajar durante más de quince años en El País, Winston lanzó en 2017 su propia revista literaria digital que se caracteriza por tener una clara vocación universal: WMagazín.
Al poco tiempo de iniciar sus estudios de Comunicación social y periodismo en la Universidad de la Sabana, Winston empezó a trabajar en la unidad investigativa de la agencia de noticias Colprensa. Estando aún en la universidad, comenzó a viajar por todo Colombia haciendo crónicas y reportajes para la sección Nación del periódico El Tiempo.
Su siguiente trabajo en Colombia fue como coeditor de la edición dominical del periódico El Espectador, donde tuvo la oportunidad de hacer crónicas, reportajes y entrevistas especiales.
También te puede interesar: Las letras colombianas desembarcan en Corea
Periodismo cultural con rigor y voz propia
Mientras Winston hacía el Máster en Periodismo de la UAM y El País, estuvo trabajando como corresponsal en España de El Espectador. Durante el siguiente verano Winston hizo sus prácticas en la sección de Cultura de El País.
La manera de sintetizar la información de una noticia en un párrafo de cuatro líneas extrayendo su esencia es una de las lecciones fundamentales que Winston aprendió tanto en los cursos del Máster como en sus prácticas en la redacción de El País.
Tras acabar el Máster, Winston recibió la propuesta de quedarse un año como becario en la sección de Cultura de El País y hacia la mitad de ese período se le presentó la oportunidad de terminar esa etapa en el suplemento Babelia, con la posibilidad de quedarse trabajando allí.
Fue en 1999 cuando Winston dejó la corresponsalía de El Espectador y empezó a trabajar de lleno en el suplemento Babelia de El País, donde aprovechando su experiencia personal como lector se especializó en literatura y libros. Su trabajo en Babelia le permitió a Winston acercarse a grandes creadores del mundo de la cultura como Pedro Almodóvar, J. M. Coetzee, Toni Morrison o Salman Rushdie e ir construyendo una gran agenda.
Para la creación de sus piezas de Babelia, Winston echó mano de la destreza en el manejo de los géneros periodísticos de la crónica y el reportaje que había adquirido durante sus primeros años de experiencia en Colombia.
A través de ellos abordó diversos temas desde una perspectiva personal que se caracteriza por la rigurosa documentación, el contraste de un amplio abanico de fuentes y la construcción de un estilo narrativo característico que pone el foco en darles voz a los diferentes protagonistas de sus historias, más que en la propia.
Según sospecha Winston, el resultado tanto de esta forma de trabajar que aprendió durante el tiempo que pasó en la unidad investigativa de Colprensa como de ese estilo narrativo suyo tan propio del Nuevo periodismo que tiene un carácter literario es lo que motivó a las directivas de El País a abrirle las puertas para que se quedara definitivamente en Babelia.
Winston se considera un vehículo entre el tema del que se ocupa en cada una de las piezas que produce y aquellas personas que mejor lo conocen, por lo que su trabajo consiste en reunir sus voces en una narrativa literaria ofreciendo siempre un contexto lo más rico y completo posible.
También te puede interesar: La actualidad española contada por una periodista colombiana en Madrid
WMagazín: periodismo cultural con vocación universal
Aunque WMagazín apareció en 2017, es un proyecto que llevaba mucho tiempo gestándose y Winston cree que su surgimiento es una consecuencia natural del desarrollo de su carrera como periodista cultural.
Winston define WMagazín como una revista literaria digital con vocación universal, que tiene un marcado énfasis en literatura hispanohablante, que está presente en los principales eventos literarios del mundo y que recurre a formatos narrativos multimedia cuya espina dorsal sigue siendo el texto escrito.
WMagazín cumple la aspiración que Winston tiene desde finales de los años 1990: que cada pieza sea universal para que pueda ser leída y comprendida por un lector de Japón, Mongolia o cualquier otro lugar del mundo, aunque hable de algo que está sucediendo en un barrio de Neiva. Hoy en día esta universalidad es posible en gran parte gracias a internet, que no tiene fronteras físicas.
Desde 2017 hasta hoy la composición de la audiencia de WMagazín se ha transformado: mientras que al principio el 40 % de sus lectores provenía de España, el 50 % de Latinoamérica y el 10 % del resto del mundo, hoy en día el 30 % se encuentra en territorio español y el 60 % está en países latinoamericanos.
Según Winston, hasta ahora la idea inicial de WMagazín no se ha desarrollado ni en un 40 % porque es necesario ir poco a poco. En cuanto sea posible, algunos textos seleccionados por Winston se traducirán al inglés para alcanzar a una audiencia más amplia a través de la lengua de uso mayoritario en internet —lo cual explica por qué la W de WMagazín se refiere a las palabras inglesas World y Word—.
A Winston le gusta abordar en profundidad los temas sobre los que escribe, por lo que los textos de WMagazín no suelen tener menos de 1200 palabras y bastante a menudo son de largo aliento. Aunque esta práctica vaya en contravía de las tendencias actuales de la escritura en internet y sea penalizada por el algoritmo de Google, Winston considera que sus piezas deben tener la extensión que haga falta para alcanzar la profundidad que él quiere darles con el propósito de producir un periodismo cultural de máxima calidad.
WMagazín es el resultado de la mirada y la voz particulares de Winston, cuyas piezas sobre la literatura y el mundo del libro buscan alcanzar la universalidad y trascender lo estrictamente coyuntural al poner a dialogar a las distintas fuentes que contribuyen a su elaboración.
También te puede interesar: Las letras colombianas se toman Madrid