Uno de los aspectos más retadores para quienes se van a trabajar al exterior es establecer conexiones valiosas con las personas de su industria y sentirse parte de la comunidad profesional que está atravesando por las mismas situaciones y experiencias.
Ese fue el reto al que se enfrentó Ángela Medina cuando llegó a vivir a Nueva York. Esta colombiana, nacida en Bogotá, vivió en Miami y San Francisco antes de establecerse en la gran manzana, buscando oportunidades como Diseñadora de Software. Trabajo que ha desempeñado por diez años.
En su búsqueda por pares, Ángela se encontró con una gran sorpresa: una comunidad de mujeres dedicadas a trabajar en la tecnología, donde todas hablaban su mismo idioma. Se trata de Latinas in Tech, una organización sin ánimo de lucro que trabaja para conectar, apoyar y empoderar a la comunidad de mujeres del continente que se encuentran en en distintas áreas de la industria. Esta organización fue fundada por Gretel Perera y Rocío Medina en 2014, y comenzó como un ‘happy hour’ entre amigas, qué escaló hasta volverse una comunidad que alberga más de 5 mil mujeres, en 15 países de América Latina y trabajando para más de 40 compañías en los Estados Unidos, incluyendo gigantes digitales como Apple, Netflix, Paypal y Airbnb.
“La idea nació como un ‘meet up’ entre amigas hace cinco años, en el auge de las empresas de tecnología en Silicon Valley. Ellas son dos chicas que trabajaban en Evernote, y comenzaron a reunirse con latinas que trabajaban en la misma compañía, y querían celebrar que tenían precisamente eso en común. Fue un espacio para compartir sus impresiones y experiencias, y de la nada el número en cada reunión comenzaba y tuvieron que formalizarse”, cuenta Ángela, sobre la historia de la organización .
En 2015, Latinas in Tech tuvo su primera reunión en Google y durante 2017, se registraron en la categoría de ‘non profit’ como una organización formal, llenando un vacío en su industria, que si bien acoge organizaciones de latinos emprendedores y que trabajan en áreas de la tecnología, nunca antes se había preocupado por tener mujeres.
En la actualidad, Latinas in Tech tiene 7 capítulos en diferentes ciudades: Austin, Los Ángeles, Miami, Sacramento Valley, Silicon Valley, Ciudad de México y Nueva York. Este último es el capítulo en el que Ángela en colaboración con la también colombiana Daniela Caicedo, y dos venezolanas Alexandra Paredes y Tatiana Carett construyó hace un año atrás.
“Yo llegué a una ciudad grandísima como Nueva York y no conocía a nadie. Tenía un conocido que tiene experiencia en esto de congregar latinos que trabajan en tecnología y empecé a hablarle de que quería hacer una reunión de latinas en tecnología que no había en Nueva York, y él me conectó con Alexandra, Daniela y Tatiana. Comenzamos con el proyecto y pensamos entre muchas cosas que empezar de cero sería muy complicado. Así seguimos buscando hasta que llegamos a Gretel Perera y abrimos el capítulo de Nueva York” cuenta Ángela.
Una vez recibieron el apoyo, comenzaron a planear los eventos, que es una de las principales actividades de la organización. “La idea es ser las anfitrionas de espacios en los que se discuta la importancia de las mujeres en la industria de la tecnología, así como facilitar recursos, mentorías y la guía de otras mujeres que son líderes en sus campos”.
A nivel persona, Ángela reconoce que estar encargada de este tema ha sido uno de los aspectos más enriquecedores. “Que después de un evento la gente se te acerque y te diga que se conectó con una persona, o que consiguió una entrevista de trabajo, es muy positivo y además es un gran empuje para planear lo que sigue, te dan muchas ganas de seguir”.
Pero además de ayudar a otras mujeres, a sus pares, Latinas in Tech ha sido un gran apoyo profesional para Ángela, quien ahora trabaja como Product Designer para una de las compañías de contenido más importantes de los Estados Unidos, precisamente gracias a una conexión que logró dentro de la organización, y al crecimiento profesional que sus compañeras han fomentado en ella.
“Cuando arrancamos estaba en una startup pequeña, pero al año tuvieron que hacer despidos y yo quedé ahí, en medio de una ciudad gigante, sin planes. Pensé en que había pasado por una situación similar un año atrás, pero recordé que las cosas también habían cambiado: antes no tenía a Latinas in Tech. Fue un año de crecer profesionalmente, de conectarme con mujeres que están haciendo grandes cosas. Esto ha sido un gran aprendizaje, de saberme una gran profesional y ser más segura de mí misma. Latinas in Tech me ha ayudado a conocerme con mucha gente que está en mi industria y a ser más segura de lo que puedo conseguir”.
Y para quienes se estén preguntando por pertenecer a cualquiera de los capítulos, como buenas mujeres tecnológicas, la organización está disponible a través de su página web y sus redes sociales. En Facebook cada capítulo tiene un grupo privado, en el que comparten información y organizan sus eventos.
Lo mejor es que no se trata solo de ingenieras ni de personas exclusivamente técnicas, como aclara Ángela. “Solo tienes que ser latina y trabajar en una empresa de tecnología. Puede ser en cualquier rol: asesorías, temas administrativos, mercadeo, diseño, etcétera. El campo de la tecnología es bastante amplio y nosotras tenemos espacio para todas”.
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