
Solo el hecho de vivir fuera de nuestro país ya nos obliga a abrir nuestra mente y flexibilidad para tratar de adaptarnos a una nueva cultura y todo lo que ello conlleva. Cambiar nuestra alimentación, los sabores a los que estamos acostumbrados, los productos, olores, climas, nuestros horarios, rutinas etc. Y si a todo esto le sumamos que nuestro corazón es capturado por un extranjero, pues ahí sí que cambia todo.
Una de las quejas más comunes entre parejas de diversas culturas es justamente cuando llegan las fechas importantes para celebrar como la navidad, semana santa, reyes, cumpleaños, santos etc. Y es allí donde nos adaptamos y disfrutamos al máximo o donde puede explotar una gran bomba tan fuerte que puede llegar a confundirse con los fuegos artificiales de fin de año.
Sobre todo en la época de navidad la nostalgia nos invade a todos y nos aferramos a nuestras viejas costumbres, y quisiéramos traerlas de vuelta a como dé lugar, tema sencillo de manejar si nuestra pareja es del mismo país. Pero cuando vivimos con alguien de un país diferente al nuestro la cosa ¿se complica verdad? Ya que se trata de respetar los gustos de cada persona, el abrir nuestra mente para adaptarnos a algo nuevo, pero sobre todo de no tratar de imponernos sobre nuestra pareja y no obligar a hacer algo que realmente no le nace.
Muchas culturas llegan a parecerse y resultan más sencillas el proceso de adaptabilidad, pero otras por el contrario llegan a resultar un dolor de cabeza por sus diferencias abismales y solo el amor puede actuar como mediador en estas situaciones para ayudar a “calmar las aguas”.
Para que una relación de pareja intercultural funcione son fundamentales dos cosas: primero que una de las dos personas hable el idioma del otro y segundo que conozca bien cómo funciona su cultura para que pueda prosperar. El demostrar interés por conocer las costumbres de nuestra pareja y sobre todo respetarlas sin sobreponer las nuestras, sino por el contrario tratando siempre de llegar a un acuerdo mutuo en donde las dos partes se sientan satisfechas y sobre todo felices hará que la relación tenga éxito a largo plazo.
Se supone que si decidimos tener una pareja de un país diferente al nuestro, ya implica que nuestra mente tendrá que estar abierta a los cambios.
Las navidades son diferentes en cada país y esto es lo interesante de la situación, cada uno tiene costumbres diferentes y formas de celebración distintas. Adaptarnos y disfrutar de todo lo que podamos aprender nos enriquecerá como personas y nos hará tener una vida más divertida y menos rutinaria.
Vamos a ver algunas parejas que nos cuentan de su experiencia
Manuela y Jorge una pareja Colombo- Española
Nos cuenta cómo a Jorge cuando vivía en Colombia le parecía muy rara la celebración de navidad sobre todo las novenas por “tanto rezos” y al final darse cuenta de que le seguía una gran borrachera. Otra de las grandes diferencias que encontró, fue el hecho de que para él la navidad está siempre asociada al invierno, nieve, frio, ropa abrigadora etc. y se encontró con que en Colombia no hay cambios climáticos muy notorios como en Europa, sino que por el contrario, las personas viajan a lugares de clima cálido como Cartagena y Santa Marta justo en esa época. Pero como esta pareja ha vivido en otros países, ya están acostumbrados a festejar respetando la diversidad. Ahora es Manuela la que se ha tenido que acomodar a España y sus costumbres y sobre todo porque quieren inculcar a su pequeña Julieta lo hermoso de las dos culturas.
“Abre tu corazón y tu mente a las infinitas experiencias maravillosas que hay en la vida”.
-Steven Redhead.
Jennifer y su esposo Frank son una pareja Colombo-Americana.
Nos cuentan que en el caso de ellos sus tradiciones de Navidad son similares porque los dos fueron criados con tradiciones católicas. Para ellos la noche buena tiene el mismo significado e importancia. Jennifer nos comenta que en donde llegan a variar un poco, debido a que su esposo tiene ascendencia Italiana y además nació y se crió en Estados Unidos, es en la fecha de la armada del árbol de navidad, ya que Frank prefiere celebración acción de acción de gracias primero y luego si decorar de navidad su hogar. Este año la barranquillera ha decidido que junto con su amor van a celebrar por primera vez el día de las velitas. La despedida de año para los americanos en general es un día de fiesta, diversión, pasar con amigos etc. Pero para ella, es un día de compartir con sus seres queridos en la intimidad del hogar “Este fin de año será la segunda vez que en 31 años que no estaré con mi familia como es tradición, en mi ciudad natal, debido a la pandemia. No queremos tomar riesgos innecesarios” dice Jennifer. Pero eso sí, las uvas y el brindis no faltarán en este hermoso hogar.
“He descubierto que todos podemos aprender algo de casi cualquier persona, si nos acercamos a los demás con una mente abierta, tomamos el tiempo para conocerlos, buscarlos y escuchar lo que nos pueden enseñar”. -Ken Poirot.
Santiago y su esposa Elisa una pareja Colombo-Americana
Nos cuenta cómo celebran su navidad “Para mí la navidad es más la noche del 24 con cena y apertura de regalos, un ambiente más festivo con música colombiana y unos traguitos. Para mi esposa y su familia, el día importante es el 25 cuando se abren a la mañana los regalos y el ambiente es más tranquilo y familiar con un almuerzo grande. Los calcetines con regalos son tradicionales para ellos y ni que decir que quien manda la parada es Santa Claus y no Papa Noel o el Niño Dios. Llevamos casados 10 años y tratamos de pasar una navidad acá y una en Colombia, aunque mis suegros se enamoraron de Colombia y se fueron a vivir allá. Este año va a ser distinto debido a la pandemia, ellos van a estar allá y nosotros en Miami”.
“Por lo tanto, una persona de mente abierta, que también sabe cómo relajarse y disfrutar de la vida, es mucho más capaz de resolver problemas y puede sorprender a quienes la rodean”.- Michelle Hunt.
Y en mi experiencia casada con un italiano la celebración de navidad es un poco diferente, sobre todo porque amo esta época del año, soy la más romántica del mundo, me encanta decorar la casa, preparar una cena especial y llenar de regalos el Arbolito de navidad. El por el contrario dice que estas fechas no son muy importantes y algunas veces muestra interés, otras no, pero esos sí es el primero en abrir los regalos y disfrutar de la deliciosa cena. No le gustan las fotos, pero vive revisando si salió bien o no. De las novenas colombianas lo único que le gusta son los buñuelos y la comida, nada de rezos o cantos, no van con su personalidad. Es Chef por lo tanto tiene un paladar un poco selectivo cuando de su comida Italiana se trata, pero eso sí, disfruta enormemente la colombiana bien preparada, sus platos favoritos son el ajiaco, bandeja paisa, mondongo, morcilla, pan de bono etc. En nuestras celebraciones trato siempre de que haya un poco de las dos culturas, además que me encanta, respeto sus decisiones y Marcello respeta las mías, pero no dejo de hacer las cosas que me hacen feliz, así para él no sean trascendentales si para mí lo son es suficientemente valedero.
El secreto “adaptarse y disfrutar” sobre todo en estas festividades en donde lo más importante es el compartir en familia y en armonía. Abrir nuestra mente y nuestro sentido de la aventura y explorar otras culturas y tradiciones. La navidad no es un momento ni una estación del año, es un estado mental “época de paz y generosidad”.
“La vida, o es una aventura o no es nada”. -Helen Keller
