¡Viene el frío! Consejos rápidos para incorporarse al cambio de estación.

Publicado por Jeniffer Varela | octubre 22, 2019 | Consejos útiles
Image

Hay pocas estaciones que la gente esté tan de acuerdo en amar como el otoño. A diferencia del verano, que algunos no soportan por las temperaturas exageradas, el otoño ofrece un clima más templado, con días soleados y todavía unas horas de sol que vienen de los largos atardeceres del verano. Sin embargo, la llegada del otoño significa que las temperaturas bajan a manera de transición y preparación para lo que a muchos colombianos nos causa temor, especialmente si es nuestra primera vez enfrentando el invierno. 

En definitiva las temperaturas, que en muchos lugares de los Estados Unidos alcanzan varios grados bajo cero, son un tema de preocupación para cualquier persona que se mude por primera vez a alguna de estas ciudades. Sin embargo, lo que muchos pasan por alto es que hay varios aspectos a considerar además de comprar ropa abrigadora. El otoño y el invierno traen consigo cambios alrededor de la rutina para los que es mejor estar preparados. Así que si es tu primera vez enfrentando esta transición, te contamos algunos tips para hacerla más llevadera.

 

Es temporada de resfriado: A medida que descienden las temperaturas, se incrementan las posibilidades de virus y enfermedades respiratorias. En Estados Unidos es muy común la promoción de la vacuna antigripal, que está incluida en casi todos los planes de seguro médico. Se recomienda, especialmente, para niños entre 6 meses y cuatro años; adultos mayores de 65 o personas con bajas defensas y tendencia a enfermarse. Sin embargo, es conveniente tomar otras precauciones, como evitar cambios bruscos de temperatura, tomar suplementos de vitaminas e incrementar las medidas de limpieza en nuestros espacios cotidianos. Así evitamos el tránsito de gérmenes y, por ende, de enfermedades. 

Combate la falta de sol: Otra de las características de la segunda mitad del año en este lado del globo es la menor duración de la luz del sol, razón por la cual los relojes se retrasan una hora en los que se conoce como ‘Daylight Savings’, un arreglo que pretende precisamente regular las zonas horarias para aprovechar al máximo la luz solar. En el invierno es muy común que comience a atardecer pasadas las cinco de la tarde, y que el sol no salga hasta aproximadamente las 7 de la mañana, lo cual recude las hora sen las que podemos disfrutar del sol. Pero además de afectar nuestros relojes, el horario del invierno también afecta nuestro cuerpo, logrando que nos sintamos más cansados alrededor de las cinco de la tarde. Es importante prestar atención a los cambios corporales durante este período y consumir alimentos ricos en melatonina, como el banano, y también prestar atención a signos de alarma que puedan indicar Trastorno Afectivo Estacional o ‘depresión de invierno’, una falta de energía incapacitante que bloquea muchas funciones corporales básicas.

Una casa protegida: Hay muchas cosas que chequear en la lista del hogar antes de prepararnos para ‘hibernar’. En otoño e invierno tendemos a pasar más tiempo en interiores, así que nuestra casa debe estar cómoda para pasar largas horas allí. Lo primero es revisar si tu calefacción funciona adecuadamente. Si vives en un edificio, es muy probable que este servicio sea automático apenas la temperatura baja de cierto límite. Sin embargo, si vives en una casa en la que tú te encargas de todo, es mejor estar seguros. También es muy importante aislar las ventanas para que el frío no tenga ruta de entrada a casa. Muchas construcciones tienen estructuras selladas para esto, pero en caso de que en tu casa haya grietas o huecos, puedes cerrarlos tú mismo con materiales aislantes que encuentras en tu ferretería de confianza. Así conservarás entre un 15 y un 25 por ciento más de calor en tus espacios. Si vives en un área suburbana o en una casa de un solo piso, también conviene revisar que las tuberías de la fachada estén despejadas de hojas (que se caen con frecuencia en esta época) y otros obstáculos en caso de lluvia o cuando se derrita la nieve. 

El carro también se prepara: En ciudades donde el uso del carro es crucial, también hay que preparar los vehículos para las inclemencias del invierno. Los más experimentados saben que una revisión de las llantas (para asegurarse de que tengan suficiente agarre y puedan conducirse en superficies mojadas) es importante para esta época, así como revisar el aceite del motor y la carga de la batería. Pero lo más importante a cuidar del carro en invierno es el líquido anticongelante, que si no tiene un nivel suficiente al llegar las bajas temperaturas congelará el agua del radiador y hará imposible encender el motor. Casi todas estas revisiones las lleva a cabo el seguro o el taller de confianza, así que lleva el carro a tiempo.  

A proteger nuestras prendas: Una de las cosas no tan mágicas de la nieve es que necesitamos usar toda una indumentaria especial para salir a enfrentarla, pues muchos materiales con los que nuestra ropa y zapatos están hechos en el día a día no están preparados para resistir ni repeler la nieve. Los cueros y las gamuzas, en especial, son muy susceptibles a los estragos de la lluvia y la nieve, por lo que es recomendable usar un spray que impermeabilice el cuero. Es preferible usarlo solo en zapatos, pero también puedes usarlo con moderación en chaquetas y otros artículos de piel. 

En materia de cambios en el clima, es mejor estar preparados. Si estás a la espera de tu primer invierno en los Estados Unidos recuerda siempre que el primer año es el más duro, pero después te acostumbras a disfrutar todo lo bueno que viene con los cambios de estaciones, y lo calientito de un buen chocolate en tu sofá. 

 

Escrito por Jeniffer Varela R.

Image
Sobre el autor
Image
Jeniffer Varela
Periodista colombiana y magíster en Estudios de Moda, especializada en temas de moda y estilo de vida. Ha trabajado toda su vida escribiendo, ya sea desde la sala de redacción de un periódico, su propio blog o tomando la voz de una marca para llevarla a sus clientes.

Deja una respuesta