Si tu destino es mudarte a otro país, es útil saber qué llevar en la maleta al emigrar, pues ciertos artículos pueden escasear o ser costosos en tu nuevo destino. Primero, trae productos alimenticios típicos como condimentos, salsas y granos básicos que añaden un toque de familiaridad a tu cocina y que podrían ser difíciles de encontrar o ser más costosos. Yo traje guascas para el ajiaco, por ejemplo.
Si la idea es ser muy ahorrativos, es importante saber que la masa para las arepas y empanadas elaborados con la tradicional masa de maíz, se puede conseguir incluso en algunos almacenes de cadena, pero con el precio incrementado por el cambio de moneda del país al que se emigra, con los correspondientes gastos propios de la comercialización internacional.
Prevé medicamentos
También considera llevar medicinas específicas que utilizas regularmente. Es muy común que los médicos en Estados Unidos y Canadá no formulen antibióticos tan fácilmente como se hace en latinoamérica, o que las marcas y fórmulas varíen incluso a pesar de que la fórmula venga en español en países europeos.
Te sorprendería saber que si no eres residente legal debes pagar una consulta de alrededor de trescientos mil pesos colombianos para ver a un médico en el exterior, solo para que te de un fórmula médica para un antibiotico, o medicamentos tales como la Prednisolona o el Cortisol para artríticos, los cuales podrías conseguir sin prescripción médica y a un precio mucho menor en los paises de latinoamerica.
Ciertamente, en países desarrollados los mismos medicamentos pueden llegar a costar tres veces más que en los países latinos. Es el caso del acetaminofén, la loratadina, conocida en países anglófonos como Tylenol y Claritin, así como los remedios y jarabes para la fiebre y la tos, los cuales son convenientes de adquirir al saber qué llevar en la maleta al emigrar, pues los remedios y fármacos pueden incluso escasear.
De igual manera sucede con algunos aceites, ungüentos y cremas. De hecho, el aceite de almendras colombiano tiene un olor único que no se consigue en Canadá, ni siquiera en las tiendas latinas, en donde los costos suben por los impuestos y gestiones de importación, siendo el tamaño de la versión colombiana mucho más grande que el canadiense.
Vístete de tu país
Además, si tienes algún producto de cuidado personal o cosmético que prefieras, es mejor llevarlo contigo, ya que las opciones pueden ser limitadas o costosas en el exterior. En cuanto a la ropa, el hecho de saber qué llevar en la maleta al emigrar para mantener el vínculo con tu herencia cultural, hace pensar en incluir los trajes típicos o accesorios de tu país, los cuales son piezas difíciles de conseguir y que se usan para eventos especiales.
Es común escuchar en grupos de latinos cuando hablan sobre qué llevar en la maleta al emigrar, que la ropa del país de origen suele gustar más por su calidad y diseño, o que por ejemplo, un pantalón ‘levantacolas’ cuesta mucho más en el extranjero, así como la camiseta típica del equipo de fútbol del país, así que no olvides empacarla, incluso si no miras televisión, pues te va a ser útil en los eventos de latinos al aire libre o privados.
Estos artículos no sólo te ayudarán a adaptarte mejor a tu nueva vida, sino que también te ofrecerán un confort familiar en tu nuevo hogar. Si conservas la tradición colombiana de dar un regalo a quien te hace favores o es especial contigo, las manillas o joyas artesanales, así como la bandera de tu país de origen, son la respuesta si te preguntas, qué llevar en la maleta al emigrar.
Documentos originales
También se debe incluir todos los documentos de tu vida y la de tus familiares o amigos que pueden facilitar cualquier proceso administrativo o de salud; tales como los registros académicos, religiosos, médicos, e incluso el pase de conducción. En este caso particular, el tiempo de experiencia en el manejo de un vehículo, se considera al calcular el costo del seguro del carro, el cual es obligatorio en el exterior.
Es importante traer las historias clínicas y dar una copia al médico de familia para que cuente con los antecedentes médicos o tratamientos que tuviste o si eres o fuiste propensa a algún padecimiento relacionado con la salud. No olvidar la historia de vacunación de tus niños.
De hecho, hay que empacar de manera física y escaneada documentos traducidos e incluso algunos apostillados, tales como las notas y títulos universitarios. También prever dejar un poder a una persona de confianza para trámites legales e incluso traer las partidas religiosas, en caso de que suenen campanas de boda para las solteras.
Si de tratamientos estéticos se refiere, hay latinos que se dejan un color de cabello menos costoso a realizar en el exterior, e incluso empacan la tintura. De igual manera, para los tratamientos para las uñas, hay que prever algo. Recuerdo que una amiga sabía que llevar en la maleta al emigrar y me regaló un kit para hacerme manicure y pedicure, los cuales son mucho más costosos de realizar en un salón de belleza en el extranjero.
Tu legado en tus pertenencias
En cuanto a esos tesoros de valor sentimental que todos conservamos, el álbum de fotos de la infancia o del matrimonio y fechas importantes, nos ayuda incluso para darnos a conocer a los nuevos amigos, para mostrarlo a nuestros hijos y familiares visitantes o incluso para darte la oportunidad de saborear la nostalgia por la patria y los tiempos pasados.
En caso de que este álbum se pueda perder o dañar, es fundamental hacer una copia digital. Para quienes nos dedicamos a los medios de comunicación, al arte o que necesitamos mostrar portafolios, no olvidar traer la versión física de nuestros trabajos y transferirlos a medio magnético.
Si deseas transmitir el lenguaje a tus hijos, es mucho más fácil traer algunos libros en español, sobre todo los más importantes tales como los relacionados con la religión o los tradicionales de la lengua española, según la edad, tales como Nacho Lee, La Biblia, El Principito, el Quijote de la Mancha o las obras de Gabriel García Márquez.
La actitud correcta
Finalmente, lo más importante es traer resiliencia y paz mental. Es al emigrar que salimos de la zona de confort, a hacer trabajos inimaginables, a vivir la verdadera soledad, la cual nos da espacio para conocernos. Traeremos también una madurez para aceptar que no podemos estar al control de todo, paciencia para aceptar al nuevo país, sin negociar nuestros valores y tradiciones, esas que nos hacen ser cálidos por excelencia.
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