A estas alturas, decir que la pandemia del COVID-19 nos cambió la vida en diferentes formas a todos, es redundar. En cualquier parte del mundo nos levantamos todos los días con nuevas restricciones, ajustes de horarios, cambios en las cosas más insignificantes de nuestra cotidianidad, que ahora extrañamos con nostalgia. Sin duda también ha sido tiempo de reconocer que esta circunstancia afecta a algunos más que otros, sea por temas de salud, económicos o sociales que limitan el acceso a recursos de primera necesidad.
Uno de esos grupos más afectados en los Estados Unidos es la población migrante. Específicamente, los latinos representan el 34% de los fallecidos por el virus solo en la ciudad de Nueva York, donde al 14 de abril se contabilizaban más de 107 mil casos del virus, y más de 6500 muertes. Expertos apuntan a que la mayor tasa de afectación de la población latina responde a condiciones de salud previas y falta de acceso a recursos de salud por motivos de documentación e informalidad laboral. Es un hecho que los hispanos engrosan la ya larga lista de inmigrantes que viven en de trabajos informales o la llamada ‘gig economy’ (meseros, cuidadores de casas, limpiadores) que han visto afectadas sus horas de trabajo o incluso han sido despedidos de sus empleos debido al cierre de muchos establecimientos. Asimismo, el problema de la desinformación es uno de las más grandes dificultades a la hora de combatir una emergencia de salud, por lo que en este artículo resumimos algunos enlaces y recursos de interés en materia de salud y ayudas para quienes lo necesiten en los Estados Unidos.
-Información de primera mano: una de las desventajas del COVID-19 es la poca información que se tiene sobre el mismo, pues su aparición es relativamente reciente y los científicos están trabajando sobre la marcha para conocer los detalles de la enfermedad. La entidad líder de esta investigación en el mundo es la Organización Mundial de la Salud, que apenas comenzaron los pequeños brotes en todo el planeta, procuró el montaje de una página web en varios idiomas (español entre ellos) no solo para brindar información que ayude a prevenir el contagio y cifras actualizadas con regularidad, sino que creó una sección especial dedicada a desmentir mitos y percepciones sobre el virus.
-CDC en Español: El centro para el control y prevención de enfermedades en Estados Unidos, CDC por sus siglas en inglés, es la entidad que está liderando las medidas sanitarias y recomendaciones de salud de cara a la pandemia. En su sitio web tienen enlaces de utilidad para hacer un chequeo de síntomas en casa y evitar la congestión de los hospitales locales, así como recomendaciones más especificas para personas con condiciones de salud preexistentes, viajeros y adultos mayores. Varios de los folletos están en diferentes idiomas y toda la información está disponible en español para descarga y lectura.
-Ayuda remota, es posible: pese a que la recomendación de monitorear síntomas en casa para no colapsar los sistemas de salud es sensata, muchas personas no se sienten cómodas con un instructivo o un sistema de respuesta automático. Para esto, algunos hospitales de la ciudad de Nueva York han habilitado sistemas de telemedicina o consultas virtuales para los pacientes. Algunos ofrecen llamadas, otros mensajes con especialistas o consultas a través de videollamadas. Hospitales como el Mount Sinai, el Hospital Langone de New York University y el New York Presbyterian ofrecen estos servicios a través de sus páginas web. Esta asistencia también incluye servicios de salud mental por parte de la ciudad de Nueva York, en varias modalidades remotas y en español.
-Ayudas para trabajadoras de casa: las trabajadoras domésticas son una población en riesgo en medio de esta pandemia no solo porque están encargadas de limpiar (a veces sin los implementos necesarios para hacerlos) sino porque en muchas ocasiones este trabajo se realiza de manera informal, con paga diaria y sin acceso a seguro médico. Para garantizar estos derechos y ayudar a las trabajadoras de casa en esta época está la National Domestic Workers Alliance, que lanzó recientemente un fondo de ayuda en efectivo para las personas que han visto afectado su trabajo por las restricciones en diferentes ciudades de todo Estados Unidos. La ayuda está sujeta a algunos requerimientos que se conocen llenando este formulario disponible en su web.
-Fondos de emergencia sin excepción: como señalamos al inicio del artículo, la población indocumentada es una de las más vulnerables cuando se trata emergencias de salud pública, pues su poco o nulo acceso a recursos de salud los hace más propensos a evitar hospitales o cualquier tipo de servicio médico por miedo a ser señalados. Asimismo, la situación laboral de estas personas es más frágil y no son elegibles para ningún tipo de ayuda gubernamental (aunque ya el gobierno de Estados Unidos declaró que cualquier persona sin excepción puede acceder a atención médica debido al COVID-19), por lo que en todo el país se han activado diferentes paquetes de ayuda que no requieren confirmación de estatus migratorio. En Nueva York, el alcalde Bill de Blasio anunció un plan de alimentación para garantizar comida a la población más necesitada, con una inversión de $170 millones de dólares. A esta ayuda se puede acceder a través de la línea 311 o a través la página web de la ciudad. En la ciudad de Los Ángeles, por otra parte, se anunció la tarjeta Angeleno, un programa de ayudas en efectivo sin distingo de estatus.
A pesar de la situación caótica, las autoridades de cada país están realizando esfuerzos diarios para ayudar especialmente a quienes más lo necesitan. Es importante siempre consultar con las autoridades de cada ciudad para saber si calificamos a algún tipo de ayuda o asistencia en salud, y cumplir a cabalidad con las recomendaciones sanitarias para evitar la propagación del virus.