Mi nombre es Santiago Olaya Duarte, nací en Bogotá (Colombia) el 31 de agosto del año 2000 y actualmente vivo en La Plata (Argentina), juego en un equipo de cuarta división y estudio periodismo deportivo en la Universidad Nacional de La Plata.
Desde muy chico mi gusto hacia los deportes era muy notorio, en especial por el fútbol. Mi papá es hincha de Millonarios F.C y desde pequeño despertó en mi el sentido de pertenencia hacia el club de la capital de Colombia, recuerdo que cuando veía los partidos por televisión y veía a los jugadores me imaginaba ocupando el lugar de alguno de ellos, imaginaba que en compañía del equipo íbamos a darle una alegría a todas esas personas que dejaban sus ocupaciones y se tomaban el tiempo de ir a la cancha a ver a su equipo porque era ahí donde tanto jugadores como espectadores olvidaban todo lo que pasaba a su alrededor.
«Es por eso que amo este deporte, una vez entro en una cancha de fútbol desaparece todo lo que me rodea, en ese momento para mí solo existe un balón»
En el año 2009 inicié mi carrera futbolística en la escuela de formación del club La Equidad, pasado un año empiezo a competir en los torneos de la Liga de Fútbol de Bogotá hasta el año 2013 cuando fui convocado para las fuerzas básicas del club. En ese entonces no logré avanzar a una mejor categoría debido a que no cumplía con los requisitos de peso y talla requeridos. En el 2014 inicié mi año deportivo en Expreso Rojo donde jugué el torneo de Liga de Fútbol de Bogotá y debido a la gran distancia que tenía que recorrer para ir a entrenar, Mi familia y yo decidimos cambiar de escuela de fútbol.
Fue en 2015 que se me presentó la oportunidad de entrar a la filial de Estudiantes de la Plata, escuela que un año después me daría la oportunidad más grande de mi vida, tras hablar con mis papás acerca de un plan de vida en Argentina llegamos a la conclusión de que yo viajaría en enero de 2016 para terminar de formarme tanto en lo deportivo como en lo educativo, acordaron que viviría en una pensión con más chicos colombianos a cargo de una familia de colombianos, quienes desde el inicio me brindaron su apoyo y que ahora se han convertido en personas cercanas a quienes respeto y quiero mucho.
Esperaba mucho el día del viaje, tenía muchos sentimientos y pensamientos rondando por mi cabeza. Estaba feliz por la oportunidad que tenía gracias al fútbol y a mis papás, estaba ansioso por conocer las calles, mis compañeros de fútbol, las canchas y las costumbres del país donde el fútbol es prácticamente una religión, también tenía miedo de dejar las comodidades de mi hogar, temía dejar la compañía de mis papás y mi hermana para ir a lugar que no conocía con personas que apenas distinguía, niños que al igual que yo dejaban sus hogares por ir en busca del sueño de ser futbolistas.
El apoyo que me brindaron mis papás y mi hermana fue lo más importante, ellos siempre estuvieron incondicionalmente para mí y me aconsejaron de la mejor forma para que pudiese viajar tranquilo en busca de mi sueño, ellos tres han sido mi motor y mi fuerza estos cinco años que he estado acá en Argentina, por ellos es que voy a entrenar todos los días con la ilusión de que algún día un técnico de primera división me llame para formar parte del plantel profesional.
Es cierto que no hay nada como estar en casa, pero algunas veces es necesario despegarse un poco para abrirse a nuevas experiencias y posibilidades. Agradezco a mi familia porque gracias a ellos me he convertido en la persona que soy hoy en día y agradezco por el día en que tomamos la decisión de viajar porque gracias a eso he aprendido mucho y he conocido personas que poco a poco siento que son parte de mi familia.
Santiago Olaya Duarte.
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