Hay muchas razones por las que querer estudiar en Nueva York. Para los apasionados por la moda, como yo, está la posibilidad de acceder a algunas de las escuelas de arte y diseño más importantes de este lado del mundo. Para los amantes de la tecnología, la oportunidad de conectar con algunas de las empresas más representativas del mercado. Para quienes se inclinan por la diplomacia y las relaciones
internacionales, la forma de estar, al menos en la misma ciudad donde se reúne el que tal vez es el cuerpo diplomático más importante del planeta: la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Para otros, la idea de estudiar en la Gran Manzana no solo se alimenta de la oportunidad de acceder a una educación que tal vez no existe en sus países, sino también de la idea de vivir en la capital del mundo: esa que vemos en muchas películas, series, a la que se le han escrito infinidad de canciones y que es catalogada como una de las ciudades más diversas de los Estados Unidos. Por la razón que fuere, estudiar en la ciudad de Nueva York es una experiencia como ninguna otra, que deja enseñanzas no solo de educación sino de vida.
Sin embargo, el proceso para aplicar -y entrar- a una universidad en Nueva York (y, en muchos casos, a cualquier ciudad de los Estados Unidos) es largo y puede llegar a ser frustrante, especialmente en épocas de pandemia. Por eso, desde Vínculos queremos compartir una lista de consejos a tener cuenta, elaborados por su servidora, después de haber culminado con éxito sus estudios en una ciudad en la que
todo es posible. Así que toma nota, y ¡a prepararse!
No será de un día para otro
En Colombia estamos acostumbrados a que en diciembre de un año estamos saliendo del colegio y a los pocos meses ya estamos alistando la entrada a la universidad, en la mayoría de los casos sin exámenes de admisión ni mayor papeleo. Sin embargo, el tema con las universidades en Estados Unidos es bien distinto y el proceso es demorado, sea para programas de pregrado o maestría. Lo mejor que puedes hacer es comenzar a leer los requisitos del programa al que quieres aplicar y tener muy claras las fechas de cierres de convocatorias. La mayoría de las universidades tienen portales dedicados a hacer una lista de los requisitos, que no son pocos, para que vayas llevando la cuenta de lo que te hace falta. En total, pueden ser de 6 a 8 meses que dura el proceso de aplicación, entre conseguir las notas del colegio, hacerse los exámenes respectivos, etcétera. A eso hay que sumarse el proceso de espera de la decisión, que normalmente se toma de 3 a 4 meses. Es justo decir entonces que debes prepararte para estar un año en proceso de aplicación y entrar a estudiar al siguiente.
El idioma y las traducciones
Seguramente ya sabes que para estudiar en una universidad en Estados Unidos debes no solo hablar inglés, sino tener un determinado nivel de escritura y comprensión lectora que te permita continuar con tus estudios. Lo más probable es que la universidad requiera un examen
internacional, como el TOEFL, para tu aplicación. Lo que no sabes es que, además, vas a tener que traducir (y equiparar) tus notas y certificados escolares para que tengan sentido en el sistema estadounidense, por demás muy distinto al colombiano, así que es mejor hacer todo con tiempo. Adicionalmente, y a pesar de tu desempeño en el examen, tu universidad puede requerir evaluaciones adicionales de idiomas e incluso recomendar los llamados cursos ESL o English as a Second Language, para garantizar una experiencia de aprendizaje adecuada.
Llegar en épocas de pandemia
Después de que conoces la decisión, comienza otro proceso, y es el de aplicar a tu visa de estudiante. En Estados Unidos diferentes programas de estudio requieren visas distintas y además los estados pueden requerir documentación extra a tu entrada a la ciudad, de ser
necesario. En el estado de Nueva York, por ejemplo, es obligatorio presentar formularios de inmunización para vacunas como la rubeola, y se espera que en el futuro se adopten medidas parecidas con respecto al Covid-19. Por el momento, las embajadas están expidiendo visas para los estudiantes que requieran una carga de cursos presenciales en su programa, algo que no está implementándose aún en la mayoría de las universidades neoyorquinas, pero se espera inicie en el segundo semestre del año, en el otoño. Para mayor información se pueden consultar siempre las páginas de servicios internacionales de tu universidad.
Trae poco, que no hay espacio
Seguramente ya estás pensando en cómo vas a hacer para traer tu vida entera en unas pocas maletas y ya sueñas con encontrar un apartamento al mejor estilo de Carrie Bradshaw o los chicos de Friends. Pero la realidad de Nueva York es otra y los espacios son más bien
pequeños (al menos los que puede pagarse un estudiante), así que por lo menos al principio el apartamento soñado está descartado.
Seguramente vas a tener que vivir en un sector un poco alejado de la universidad y compartir apartamento, pero esa es la rutina de la ciudad, con millones de personas que a diario se desplazan de un punto a otro en el metro, caminando o en bicicleta. Dicho sea de paso, evita a toda costa tomar taxis o usar servicios como Uber. Casi nunca los necesitas y al final, con bolsillo de estudiante, terminarás debiendo tu tarjeta de crédito. Con el tiempo aprenderás que la vida sencilla en la ciudad es todo un placer. Además, no vas a tener mucho tiempo.
El trabajo en el campus es tu mejor opción
Primero lo primero, en Nueva York las universidades no tienen ‘campus’. Es decir, hay conjuntos de edificios que pertenecen a las universidades y están repartidas por la ciudad, pero no vas a encontrar un campus como el de las películas, porque no son prácticos en la ciudad (la única excepción es Columbia University). Dicho eso, la vida universitaria neoyorquina, y en todo el país en realidad, trae consigo un sentido de comunidad inmenso: uniformes, mercancía de la universidad o tu facultad (que aquí se conocen como ‘colleges’), equipos de deporte y otras actividades. Y también, muchas oportunidades de trabajo, que son de especial importancia porque como estudiante internacional no puedes trabajar por fuera de la universidad hasta después de cierto tiempo. En mi caso, fui asistente de bibliotecas y también asistente en el departamento de comunicaciones y admisiones, toda una experiencia que además me hizo conectar con otros
estudiantes.
Sueldo de estudiante, descuentos de estudiante
La otra dura realidad de estudiar en una ciudad tan costosa como Nueva York es el hecho de que no vas a poder tener un trabajo de tiempo completo y estudiar a tiempo completo, así que probablemente no puedas llevar una vida de lujos ni ir a ‘brunch’ con tus amigos cada domingo, como en tu serie favorita. La buena noticia es que la Gran Manzana tiene una oferta enorme de beneficios estudiantiles que van desde tarifas de banco, pasando por planes de celulares hasta opciones de entretenimiento. Siempre que vayas al cine, al museo e incluso a comprar ropa, pregunta por el famoso ‘student discount’ y te sorprenderá lo que puedes encontrar. Por ejemplo, mi universidad tenía entrada gratis para sus estudiantes al MoMA y a la mayoría de los museos de la ciudad, además de ocasionales entradas a 10 y 20 de dólares para shows de Broadway y la ópera. Para beneficios a nivel de ciudad puedes consultar aquí.
¿El tip más importante de todos? Nada será como lo esperas. Estudiar y vivir en Nueva York es una aventura única, y si tratas de absorberlo y aprender todo, probablemente serán algunos de los mejores años de tu vida y tendrás lecciones invaluables que llevar contigo.