Técnicamente, en Estados Unidos y Europa estamos en invierno desde hace más de un mes. Sin embargo, las temperaturas se habían mantenido en un nivel bastante soportable… hasta ahora, que realmente comienza el frío. Quienes hemos vivido por varios años en estas zonas sabemos que los meses más duros del invierno son por lo general enero y febrero (algunas veces, incluso marzo), así que es momento de comenzar a tomar medidas no solo para el hogar y el transporte diario, sino a la hora de vestirnos.
La tarea de vestirse siempre resulta complicado cuando se trata del invierno y cuando se trata de colombianos (o latinos en todo caso), pues como personas sin estaciones estamos acostumbrados a vestirnos para la ocasión y el clima, pero con temperaturas moderadas. Por eso, cuando el cambio incluye temperaturas bajo cero, caemos en uno de dos errores: o no nos abrigamos lo suficiente y arriesgamos nuestra salud, o terminamos ahogados en capas de ropa que tenemos que quitarnos en el primer lugar al que lleguemos para no sofocarnos internamente. Sea cual fuere el caso, traemos la solución: consejos prácticos para vestir en capas en el invierno, una táctica que da resultados alrededor del mundo pues las capas (cuando no son demasiadas y están bien distribuidas) son la solución perfecta a un día en el que seguramente atravesarás diferentes espacios (transporte, trabajo, interiores y exteriores) y debes estar cómodo y cubierto todo el tiempo.
Y como sabemos que a veces las que más sufrimos con la necesidad de vestirnos con los mismos abrigos durante muchos días del año somos las mujeres, traemos un par de consejos extra en el área de las tendencias. Así que ¡a tomar nota!
El orden de las cosas: lo primero que hay que aclarar es que las capas hay que organizarlas de manera práctica para que funcionen, y no saltarnos ningún paso para que la técnica surta su efecto. En la mayoría de los inviernos en el mundo, tres capas de ropa son suficientes para las actividades diarias, pero es importante tener en cuenta para qué sirve cada cosa. La primera capa, la base, parte siempre de la ropa interior, que debe ser cómoda y preferiblemente de materiales que puedan ‘respirar’ con facilidad. La segunda capa es muy importante porque es la que va a retener el calor del cuerpo. Hablamos de camisetas con mangas cortas o largas, leggins, camisillas sin mangas, de preferencia ajustadas al cuerpo (existen prendas térmicas para quienes sufren más con el clima). La tercera y última capa se denomina la ‘coraza’ y es lo que va a protegernos de la inclemencia del clima (lluvia o nieve, en especial pantalones). En este nivel las opciones son más variadas, pues podemos optar por un suéter de punto, un ‘hoodie’ o sudadera, o hasta una chaqueta ligera. Lo importante es saber que esta capa es la más visible, así que es en la que debemos poner esfuerzo de que combine y se vea estilosa.
Abrigos y más abrigos: el toque final de un buen vestuario de invierno (en capas o no) es el abrigo, que es esencial para los exteriores. En la mayoría de los casos tanto para hombres como para mujeres, basta con tener una opción rellena (preferiblemente con plumas) para las temperaturas más bajas y algo de lana o mezcla de lana para los días secos. También vale la pena invertir en un abrigo a prueba de agua para los momentos lluviosos, preferiblemente en un color neutro. Para las mujeres, que rehusamos usar el mismo abrigo para todas las ocasiones (y todas las fotos), además del consejo anterior es válido incluir abrigos largos en colores neutros como el caramelo, un clásico del otoño que se mueve muy bien hacia el invierno, y abrigos/chaquetas con detalles de cinturón para estilizar la figura. Por supuesto, siempre es bienvenido atreverse un poco más y usar un abrigo en tono vibrante para contrarrestar un look neutro.
Siempre preparados: además de nuestras capas, siempre es importante tener a la mano accesorios que cubren el cuerpo en lugares que no alcanza la ropa. Las medias son esenciales (ojalá térmicas si se va a pasar mucho tiempo en exteriores), pero no podemos olvidarnos de la bufanda, guantes y el gorro o las orejeras. Dependiendo de la resistencia personal al frío, algunas personas necesitan usar guantes desde el inicio del invierno, otras solamente en temperaturas heladas, pero siempre se recomienda un buen par de guantes con forro de algún material con pelo o que imite la textura, y por ende, la calidez del mismo. Si crees que puedes salir de casa sin ellos, hazlo, pero asegúrate de llevarlos siempre en tu bolso porque no se sabe cuándo puedes necesitarlos.
Zapatos para escoger: una de las partes del cuerpo en la que más sufre durante el invierno son los pies porque no solo deben estar bien cubiertos sino que las opciones para cubrirlos no son siempre las más bonitas sino la más prácticas. De manera personal, he encontrado que las botas de nieve por más prácticas que sean no van con mi estética ni mi gusto, entonces es importante encontrar soluciones prácticas a esto, como usar botas altas o botines con algún tipo de recubrimiento y medias térmicas o de lana muy gruesa que hacen las veces de capa para los pies. Importante que cualquier tipo de calzado (especialmente para cuando nieva), no sea resbaloso y tenga buena tracción.
¿Y la moda?: ya que cubrimos todo lo práctico, ¿dónde queda la moda? Lo cierto es que no hay que renunciar a verse con estilo por estar cómodo y bien vestido, y lo mejor de las capas es que se puede jugar con texturas y tonos en toda las capas. Se puede combinar punto con cuero, tweed con denim y mucho más, así como poner toques de color (en los zapatos o accesorios) para alegrar los atuendos monocromáticos. También resulta práctico recurrir a enterizos u overoles de apariencia industrial (la estrella de la temporada) para armar un look en capas que cubra más, coronado con un suéter o cárdigan interesante antes del abrigo. Además de los toques de color, el estampado animal se perfila como el gran toque a resaltar en la temporada: zapatos, tops y otros accesorios con estampado de piel de serpiente cortarán con la monocromía de cualquier look y le agregan un punto que seguro atraerá muchas miradas.
Ahora que ya lo sabes, no hay excusa para no estar cómodo, estiloso y sobre todo muy bien protegido contra el frío en el invierno. Especialmente hay que recordar que a la ropa, como a todo lo que hacemos o usamos, hay que ponerle el toque propio para que se vea muy bien y refleje lo que queremos.
Escrito por Jeniffer Varela Rodríguez