“Y cuando ese mulato llega al lugar todo el mundo dice: a correr que ya llegó Watusi, el hombre más guapo de La Habana”. Hace unas semanas, al cruzar las puertas de Selina -un hostal del barrio La Candelaria-, la helada noche bogotana se derritió al compás de los vinilos de Dj Watusi y los pasos de baile de los asistentes al happening. Un par de ellos esperaba su turno para inmortalizar esa parranda con alguno de los tatuajes handpoke que Sara Agustina había preparado esa noche: el rostro de Celia Cruz, unos bongos o tal vez la frase mítica de la canción de Andy Montañez: “yo soy un pillo buena gente”.
Dos años atrás, en Barcelona, el contrabajista experimental Jorge de Arocha dio un concierto secreto en el jardín mágico de Olkuti, una tienda ecológica, de comercio justo y local. Los asistentes conformaban un grupo ecléctico: catalanes, colombianos, europeos nórdicos, niños, ancianos, jóvenes… Demostrando que el arte no tiene edad ni nacionalidad, y que cuando se sale de los confines de teatros y salas de concierto, se vive mejor, más a flor de piel.
‘Salsa inmortal’ y ‘Contrabajo experimental’ son dos productos de PopUp Art, un emprendimiento cultural que nació en Barcelona, continuó su exogestación en Bogotá y hoy se está expandiendo hacia otras ciudades de Colombia y Latinoamérica. Sus madres fueron las colombianas Vanesa Ortiz y Grace McCormick, y la chilena Sofía Williams; pero como ‘se necesita un pueblo para criar a un niño’, a este ‘hijo’ cultural lo han apadrinado varias personas y colectivos: Maria Royuela, Isabela Bolaños, Catarsis Estudio e Isla Estudio, quienes se encargan respectivamente de la narrativa audiovisual y la fotografía de los happenings, el nombre que se le da a esos eventos en los que se condensan todas las ideas y propuestas artísticas de la empresa y los artistas que hacen parte de ella.
Enganchadísimos con su innovadora propuesta, hablamos con Vanesa y Grace, las colombianas detrás de esta idea que nació, precisamente, cuando vivían en el exterior.
Vínculos: empecemos por el principio: ¿qué es PopUp Art?
Vanesa Ortiz: PopUp Art es una marca curatorial y del intermediación cultural que funciona a través de una plataforma transmedia que conecta artistas con espacios singulares (cafés, tiendas, fábricas, calles, peluquerías…) en los que siempre debería haber arte. Tenemos sede en Barcelona y Bogotá y el propósito, el subtexto poderoso de nuestra empresa llevar el arte a todas partes. La idea nació en el 2017 cuando Sofía y yo hacíamos el máster en Gestión Cultural de la Universidad de Cataluña y Grace el de Museología y Gestión del Patrimonio de la Universidad de Barcelona.
Vínculos: ¿cuál fue el happening que ‘arrancó’ PopUp Art?
Grace McCormick: Contrabajo Experimental, en Olokuti. A Jorge lo conocimos en FiraTàrrega, que es uno de los festivales de arte de calle más grandes de España. Lo vimos con su formato, cogimos su tarjeta y lo contactamos. En ese entonces todavía teníamos una plataforma muy rústica y él, muy talentoso, amable y humilde con su arte, vino a hacer parte de nuestro happening. Conseguimos tener un crew muy potente: ingeniero de sonido, tres cámaras y cinco personas en producción. El concierto, en este lugar mágico de los muchos que se esconden en Barcelona, fue muy hermoso, los asistentes salieron muy emocionados. Logramos sacar un material audiovisual hermoso que fue el que nos permitió lanzarnos a unos escenarios mucho más ambiciosos, y también en este happening las tres socias sentimos ese poder que tenemos de convocar, de hacer esa conexión de nodos creativos poderosos; para las tres significó un apalancamiento y un lanzarnos de verdad con PopUp Art.
EMPRENDER EN EL EXTERIOR
Vínculos: ¿cómo está registrado este emprendimiento en España y en Colombia?
Vanesa Ortiz: en España somos una asociación cultural desde hace tres años; fue un proceso muy sencillo que hicimos después de ganarnos un premio de aceleración del proyecto en Mallorca. Ese fue uno de los pasos que nos recomendaron para lograr facturar de una forma más asequible y también para constituir la empresa con un proceso que nos permitiera ver cierta evolución; eso nos da un NIF que es el que nos permite hacer transacciones comerciales. En colombia nosotras funcionamos como personas naturales; en cuanto al proceso del emprendimiento acá todavía cuesta entender cuál es el mejor momento para hacer el registro.
Vínculos: ¿Dónde ha sido más fácil desarrollar PopUp Art?
Grace: a nivel de ejecución las dos ciudades han sido muy amables. Desde hace dos años que Vane y yo regresamos a Colombia, el proyecto ha despegado en unos escenarios comerciales de forma muy integral y con una mirada muy holística que nos permitió enfocarnos en los artistas y entender cómo mantener una sostenibilidad con una programación constante en ciertos espacios. En Barcelona tenemos una mirada mucho más enfocada hacia la circulación internacional y también en presentarnos a becas y estímulos.
Vínculos: ¿cómo se lleva un emprendimiento cultural en dos países?
Vanesa: es un reto. Hay momentos en los que tenemos proyectos conjuntos como presentarnos a becas o convocatorias y tenemos que mantener un ritmo de trabajo de horarios y reuniones web muy riguroso. Un muy buen truco es una expansión que permita que los socios o las personas que llevan la batuta del trabajo tomen decisiones de forma autónoma. Nuestro proyecto está basado en las lógicas colaborativas con un modelo de trabajo que se llama Pentagrowth y se basa en cinco palancas de crecimiento acelerado: una de ellas propone tener unas reglas internas que permitan ser disruptivo e innovador, pero todo debe basarse en la confianza de que el otro conoce bien el proyecto y sabe cuál es su proyección. Esto nos permitió expandirnos hacia un nuevo país este año; nos fuimos para México DF y Toluca con ‘Punto de fuga’, del productor bogotano Santiago Navas, uno de los artistas de nuestro catálogo. Esto es un álbum que recorre con paisajes electrónicos la música andina, del caribe y del pacífico colombiano para hacer una reinterpretación de la identidad. El proceso lo manejó una gestora cultural muy tesa que estudió con Sofía y conmigo en Barcelona; le dimos toda la confianza para que ejecutara las reglas de management y de booking como se hace en México.
Vínculos: ¿dirían que es fácil emprender en el exterior?
Vanesa: emprender en el exterior es fácil y además genera un posicionamiento de producto muy interesante en términos de alcance, de miradas interdisciplinares, de unión de culturas… Yo creo que hay ciudades que están mucho más preparadas para que los jóvenes y los emprendedores registren sus empresas sin tanta burocracia y eso definitivamente nos permitió unas características muy especiales de trabajo; el traer un proyecto que nace en Barcelona y se consolida en Colombia y que ahora funciona en las dos partes y tiene en su cabeza la intención de llegar a nuevas ciudades y destinos de Latinoamérica y de Europa.
ARTE EN LUGARES SINGULARES: DE LA PELUQUERÍA A LA FÁBRICA
La Feria del Libro de Cali tuvo este año un stand bastante particular: el mobiliario constaba de dos sillas blancas dispuestas una frente a la otra, y unas cuantas más al frente, a modo de auditorio. El espectáculo era curioso: de un lado estaba Albeiro Tijeras, un peluquero alternativo -de pie- atendiendo al cliente de turno -sentado-; del otro un lector cualquiera, leyendo en voz alta un libro inspirado en la diáspora africana, cuya historia Albeiro tomaba como inspiración para cortar el pelo del parroquiano. La pelubrería fue otro de los performances de PopUp Art, haciendo homenaje a las esclavas que aprendían de memoria los caminos y luego los trenzaban en el pelo de sus esposos e hijos para que pudieran escapar hacia los primeros palenques.
“El ambiente estaba decorado de una forma selvática, con hojas, con flores, con iluminación también especial, y fue uno de los eventos más performáticos y menos ‘fiesta-espectáculo’ que hemos hecho, también con un resultado muy bello. Nos abrió un panorama en el que queremos explorar más en la conceptualización y la simbiosis entre los artistas registrados en PopUp Art”. Recuerda Vanesa.
Vínculos: ¿cuál ha sido el sitio más singular en el que PopUp Art ha tenido un happening?
Grace: uno de los lugares más lindos y donde también logramos hacer una propuesta súper vanguardista fue en el Poblenou, que es el distrito creativo de Barcelona; un antiguo barrio de marineros que hoy en día se ha convertido en una suerte de espacio geográfico que conecta diferentes elementos de la creatividad. Allí se usan muchos espacios que eran bodegas, con fines creativos y artísticos, y lo que logramos fue hacerlo en una carpintería gigante en un centro de prototipado y uso de madera que en ese momento se llamaba Second Floor y que tiene un caballo de troya de madera realmente gigante. Todo este componente industrial y de trabajo hizo que la presentación tomara ese tinte de ‘pop up’, de estar haciendo algo en un lugar súper diferente. El happening ese día fue la conexión entre José Bidegain, un bailarín chileno que conocimos en Madrid, con Fustachelo, un chelista que conocimos en FiraTàrrega. Él tiene unas canciones originales que José bailó en un proceso creativo de sombras tras un telón blanco y la gente estaba de frente viendo este lenguaje híbrido que construimos para la fábrica de madera. Fue precioso.
Vínculos: ¿cuál ha sido el happening más ‘rompedor’ en cuanto a la respuesta del público?
Vanesa: uno de los mejores happenings que tuvimos este año fue ‘Muévelo Pacífico’, que es un formato de ensamble que recrea la energía del pacífico colombiano con la energía urbana de Bogotá. Esto lo hacen una Dj y showgirl que se llama María del Rosario Cardona; ‘La Ruca’, que es una cantante y rapera de Buenaventura; y un marimbero o marimbera que cambia dependiendo del show. Este evento también lo hicimos en el Selina de La Candelaria y creo que estalló realmente lo que significa hacer un happening, que ahorita lo estamos considerando como estas fiestas de casa que rompe los estereotipos de cómo debo comportarme, quién viene a la fiesta, cómo se manejará la energía… Tuvimos un público ávido por este nuevo tipo de formatos, que se tomó la pista de baile y en un momento determinado se sintió toda esa dinámica performática y casi de ‘flashmob’ en la que ya no se sabía quiénes eran los artistas y quiénes eran el público. También allí estrenamos un formato que trabajamos con Catarsis Estudio; un micro documental en el que recogemos las experiencias de PopUp Art para narrar que significa estar en la escena artística desde la perspectiva femenina.
Grace: lo bacano de este happening fue que nos permitió estructurar muy bien el modelo que estamos trabajando con los artistas, que consiste en realizar tres happenings en el que se reinvierte todo el dinero y se acumulan todos los esfuerzos en sacar un material de excelente calidad a nivel estético audiovisual, que nos permita circularlo de una forma más rentable y estratégica. Con ‘Muévelo Pacífico’ construimos una imagen muy bien hecha y eso nos ha permitido presentarlo dos veces más con un modelo mucho más estable económicamente.
La conversación terminó hablando de lo que más gratificante de la experiencia de emprender en cultura y que, en su caso, son los vínculos entre las socias fundadoras, colaboradores y artistas: “esos vínculos se han convertido en la razón por la que seguimos creyendo todos los días en el proyecto”.
En cuanto al futuro de PopUp Art, nos adelantaron una expansión hacia Cali y Medellín en el 2020. También planean llevar las propuestas artísticas más maduras a Buenos Aires y Barcelona, inicialmente:
“queremos generar un modelo mucho más abierto, más ‘creative commons’, que permita que la empresa trabaje con embajadores que simplemente sigan unas reglas y unos patrones establecidos en la plataforma para diseñar y crear sus propios happenings culturales”. Otro proyecto en el tintero es iniciar un modelo pedagógico y de talleres que incluya el arte y la innovación social para Chile y Colombia. En resumen, “PopUp Art está feliz, auténtico, creciendo y con unas ganas increíbles de seguir generando esa red de conocimiento e intercambio artístico que siempre ha querido ser”.
Escrito por:Manuela Osorio Pineda