“La pandemia estaba cantadísima”: Beatriz Echeverri

Publicado por Manuela Osorio | junio 12, 2020 | Personajes
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Al inicio de la crisis mundial por el Covid-19 los medios de comunicación de todo el mundo comenzaron a comparar la pandemia con otra ocurrida un siglo atrás: la gripe española. Dentro de sus artículos comenzó a sonar el nombre de una experta en dicha enfermedad, la socióloga colombiana Beatriz Echeverri Dávila, radicada en España desde hace cinco décadas. 

Beatriz fue una de las primeras en investigar esa singular pandemia de gripe que causó más de 25 millones de muertos -los cálculos de los estudiosos oscilan entre 40 y 100 millones de víctimas-  y que, curiosamente, parecía haberse borrado de la memoria histórica. 

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Esta barranquillera, que no ha perdido ni un ápice su acento, habló con Vínculos en una amena charla telefónica, por aquello de la distancia física. Llena de risas, datos y opiniones fuertes, la conversación versó sobre migración, epidemias históricas, política, coronavirus, y la situación actual en Colombia y España. 

Vínculos. Empecemos hablando de migración: en todos los años que llevas viviendo en Madrid, ¿has notado cambios en la integración de los colombianos en España?

Beatriz Echeverri Dávila. Cuando yo llegué, en el 70, la mayoría de la gente no había salido de España, y todo les resultaba extraño. Además el español tiene la idea de que España es lo mejor (risas). Había un desconocimiento muy grande y cierta sospecha hacia el extranjero. En ese entonces había muy pocos colombianos. Después, con Pablo Escobar, cuando ‘Colombia era igual a coca’, era duro oír los comentarios de la gente sobre el país; hasta cuando eran en broma, a mí no me hacían ninguna gracia. Yo pienso que mi situación fue privilegiada, y aún así fue un poco duro. Las cosas han cambiado mucho, pero todavía hay muchos compatriotas migrantes que deben enfrentarse a situaciones muy duras de sospecha, e incluso de desprecio. 

  • ¿Fue difícil entrar al mundo de la Academia, hacerte un camino allí?

B.E.D. No fue difícil. La gente de la Academia fue muy amable conmigo; allí sirve la gente que sirve y listo. Además ya era una adulta, no una jovencita; yo empecé a estudiar sociología en la Universidad Complutense de Madrid a los 36 años, allí nació mi interés por la gripe española. 

 

  • También has investigado sobre la migración colombiana en España. ¿Qué nos puedes contar al respecto?

B.E.D. Esa investigación la hice para un libro sobre las migraciones en España desde varios países, dirigido por David Reher; yo hice el capítulo de los colombianos junto a un profesor cubano. El inmigrante colombiano es muy echado pa’lante, se esfuerza mucho y le va muy bien; a través de investigaciones vi que en los Estados Unidos tenía casi tanto éxito como el cubano, así que quise probar que aquí también pasaba lo mismo, pero no creo haberlo demostrado del todo porque en ese momento no había suficientes datos; sería interesante verlo hoy en día. La gran migración colombiana hacia España se dio en el 2000. Yo tengo todos mis sobrinos fuera; es un desperdicio de inteligencia y es muy triste, porque son todos de la generación de finales de los 90, cuando Colombia se fue al diablo. 

 Beatriz Echeverri Dávila es una socióloga colombiana radicada en España. En su libro La Gripe Española: la pandemia de 1918-1919, publicado por el Centro de Investigaciones Sociológicas de España, se recogen sus análisis sobre esta letal epidemia.

 

  •  ¿Cómo ves a Colombia en este momento?

B.E.D. Me da mucho miedo lo que está pasando con el Covid-19 porque el Presidente Duque se ha lucido cerrando el país muy temprano pero, ¿tenemos posibilidades de alimentar a la gente? Gran parte de la población colombiana vive del día a día, no tenemos un país con la asistencia que hay aquí y ahora es cuando está remontando la curva. Me temo que las consecuencias económicas van a ser más graves. Sí siento que las cosas han mejorado algo;  en Barranquilla noto que van para adelante, pero como también soy medio samaria, veo que allí sigue igual de horrible. ¡Pobre Santa Marta, con una clase dirigente rica que no es capaz ni de comprar una ambulancia! Porque hay que ver lo que es hospitalizarse en Santa Marta, le provoca a uno morirse, a mí me ha tocado. 

  • Como estudiosa de las epidemias históricas, ¿en qué momento viste que el Covid-19 iba a cambiar el mundo?

B.E.D. Desde que empezó en China. A mí me parece que en Europa se pecó de retraso: Italia, España, y ni hablar de Inglaterra y Suecia. Qué pasa, ¿es que no nos va a dar a nosotros lo que les da a los chinos? ¡Pues mira! Aunque estoy alucinando con el confinamiento, que ha sido muy exitoso; el chino ha sido el ejemplo, pero como allí hay una dictadura, no tiene tanta gracia. Aquí la gente se lo tomó muy en serio y el gobierno también, cuando se dio cuenta. 

  • ¿Apruebas la gestión del Gobierno de España?

B.E.D. Yo apruebo el confinamiento. No aprobé el retraso. Cuando me negué a ir a la manifestación del 8M, mis amigas me tildaron de no ser feminista; yo les dije que no se podía salir, ¡la epidemia ya estaba aquí! El gobierno se cegó y no solo ellos: los de Vox hicieron su mitin, hubo partidos de fútbol… La gente no quería asumir que esto iba a pasar. Es alucinante que llevemos tres meses encerrados, sin trabajar. Cuando voy por la calle y veo a la gente con mascarillas, no me lo puedo creer, y eso que yo lo de la gripe del 18 me lo sé al revés y sabía que esto podía volver a pasar. Desde luego, esta epidemia es mucho menos grave, la otra fue mucho más virulenta.

  • ¿Cómo ves la desescalada en España? 

B.E.D. Me da mucha rabia cuando oigo lo de los botellones y la gente que abusa y va sin mascarilla; me enfurece porque vamos a perder todo este trabajo, porque esto vuelve y vuelve duro. La vacuna la veo lejana; hasta que nos llegue a nosotros pasará un año, con suerte, ¿pero qué va a pasar con los países pobres? Es terrible. 

Imagen de mujeres en Bogotá durante la gripe española. “Una gran diferencia entre la gripe española y el Covid-19 es la edad: esto se está llevando a la gente mayor y la gripe española se llevó a los jóvenes, que es mucho más impresionante. Pero es terrorífico ver cómo nos desprecian a los mayores: ‘al dependiente dejémoslo morir, porque así nos lo quitamos de encima’. Esto va a ser un gran escándalo”. 

  • ¿Entonces esta situación estaba cantada?

B.E.D. Estaba cantadísima. Todos los que estudiamos la gripe veíamos la advertencia en todos los papers que leíamos. Había que estar preparados y no sin guantes y sin mascarillas, como les tocó a los pobres sanitarios. Ese ha sido otro gran error del gobierno: siempre hay dinero para otras cosas pero para la salud no. Desde el 2005 se prendieron todas las alarmas con la gripe aviar, pero no, en vez de prepararnos se hicieron recortes. El gobierno se ha equivocado varias veces, pero también entiendo que no tengan experiencia en el manejo de esta situación. 

  • Históricamente vemos que en la política se ha aprovechado la oportunidad para hacer de la epidemia un escenario de disputa. ¿No aprende nada la humanidad de su pasado? 

B.E.D. No aprendemos nada. No es momento para estar gritándose en el Congreso, tenemos que ver cómo sacamos a la gente adelante: hay una crisis económica terrible y parece que el Covid-19 se hubiera calmado, pero puede volver, y volverá, y otra vez veremos a los sanitarios enloquecidos. Esta guerra entre los partidos me parece muy injusta porque tener esta responsabilidad para el gobierno es terrorífico y nadie sabe cómo actuar bien porque en el fondo esto es nuevo, no había un manual de instrucciones para pandemia. 

  • ¿Crees que de esta saldremos más fuertes y unidos, o más débiles y divididos?

B.E.D. No lo sé. Eso me parece apostar por demasiado. Es desesperanzador ver a los políticos; si no es con una crisis de este calibre que nos unimos, ¿entonces cuándo va a ser? Hay un fenómeno muy curioso con la gripe española y es el olvido. Cuando yo empecé a investigarla, ya los historiadores americanos lo habían hecho, pero en los libros de la Primera Guerra Mundial no se menciona, y la gripe española incidió en la guerra indudablemente, fue un problema estratégico. A los hombres les encanta contar las guerras, sobre todo a los victoriosos, pero cuando es un pequeño virus no les gusta porque no se pueden glorificar. Algo que me ha gustado mucho es lo de los aplausos, eso mostró solidaridad: estamos todos juntos y apoyando a los sanitarios, esos sí que han sido los héroes en todo esto. 

  • En tu libro describes las tres oleadas de la gripe española. ¿Crees que habrá varios rebrotes del Coronavirus?

B.E.D. El virus de la gripe tiene la facultad de que muta muy fuertemente, mucho más que el coronavirus. Cambia tanto que vuelve y contagia una y otra vez y es por eso que tenemos las gripes estacionales; a pesar de esto, creo que sí habrá otras oleadas de coronavirus, si en España solamente se ha infectado el 5% de la población, ¡falta por lo menos el 50%!

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Facsímil de El Tiempo en el año 1918. En cuanto a la letalidad del Covid-19, Beatriz dice que no podremos saber las cifras reales hasta que se supere la epidemia, comparando el exceso de moralidad frente a años anteriores.

  • ¿Qué consecuencias positivas han traído las pandemias? 

B.E.D. A raíz de la gripe española se hicieron mejoras en el sistema sanitario y se creó un sistema de vigilancia para avisar sobre nuevos brotes de virus en determinada región del mundo, ese fue el nacimiento de la OMS (Organización Mundial de la Salud). Hay una epidemia muy interesante que es el SARS; afectó a muy poca gente y así como vino se fue, pero a los asiáticos les dio durísimo, por eso están muy educados al respecto y ya usaban mascarillas. Creo que a nosotros nos quedará ese aprendizaje y esa disciplina: si nos dicen hay que confinarse, pues lo haremos, y si nos dicen que hay que lavarse las manos, también. 

  • Parece que todas las epidemias vienen de Asia, ¿es así o estamos siendo sesgados?

B.E.D. Sí, la mayor parte viene de Asia por el sistema agrícola y ganadero que tienen y los mercados vivos; esa unión de los animales en pequeños espacios hace que las enfermedades se transmitan entre ellos y que algún virus se le pegue a alguien, y si tiene potencial se extiende. Se piensa que la mayor parte de los virus de la gripe han venido de allá, pero el de la gripe española vino de Estados Unidos, no de Asia ni de España; cronológicamente empezó en Kansas, en los campamentos de los muchachos que se preparaban para la guerra.

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  • ¿Cuáles son tus planes en este momento?

B.E.D. Ahora estoy intentando reeditar el libro, poniéndolo al día, y mi nieta me está haciendo los gráficos. Quiero poner un poco del Covid-19; lo que alcance, porque esto no se va a saber hasta dentro de muchos años. Para mí es muy interesante estar viviendo una pandemia.

  • ¿Alguna vez imaginaste que te iba a tocar vivir una pandemia?

B.E.D. ¡No! Uno nunca piensa en la muerte, ni pienso que me va a dar (risas). 

  • Beatriz, con sinceridad, ¿después de tanto tiempo de vivir aquí, no te sientes un poco española? 

B.E.D. Mi hijo es español, mis nietos son españoles, mi marido es español, tengo amigos buenísimos aquí, pero yo me siento 100% colombiana. No sé por qué, es como que uno no abandona al papá pobre (risas). Cuando mis padres vivían viajaba a Colombia dos veces al año, ahora voy una sola vez, pero es difícil porque me hago mayor y el viaje es pesado. ¡Terminaré muriéndome en el exilio! —Sentencia en medio de una carcajada.

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Sobre el autor
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Manuela Osorio
Manuela es Comunicadora Social y Periodista de la Universidad de Manizales y tiene un máster en Economía Creativa, Gestión Cultural y Desarrollo de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Ha vivido y trabajado en Estados Unidos, India y Reino Unido. Hoy se dedica a la creación de estrategias digitales para empresas y contenidos para medios digitales e impresos, desde España.

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