Los colombianos tenemos fama a nivel mundial de hablar muy buen español o castellano), haciendo referencia al cuidado que le damos a nuestro lenguaje. La lengua española ha cambiado mucho con el transcurrir de los años. Tanto así, que en el 2011 fue presentado el manual de la nueva gramática, mostrando todos los aportes que los hispanohablantes han hecho al idioma.
Cuando se habla de español o castellano, Colombia se distingue por ser uno de los países que mejor lo hablan y aplican las reglas gramaticales. Las personas que visitan la capital, siempre dicen que es más fácil entender allí cuando las personas hablan el idioma, ya que vocalizan bien las palabras y hacen pausas que permiten comprender de lo que se está hablando.
El hombre no es más que la mitad de sí mismo. La otra mitad es su expresión. -Ralph W. Emerson
Esta fama es debido a que se ha tratado de cultivar el idioma a lo largo de la historia. Todo empezó hace ya casi 130 años, cuando al filólogo bogotano Rufino José Cuervo se le ocurrió la brillante idea de redactar por sí mismo, palabra por palabra y vocablo por vocablo, el primer Diccionario de Construcción y Régimen de la Lengua Castellana. Un ambicioso proyecto que para llevarlo a cabo en realidad se hacían necesarias cientos de personas o muchos años de trabajo.
El primer tomo del Diccionario de construcción y régimen de la lengua castellana apareció en 1886, y el segundo, en 1893. El 25 de agosto de 1942 el Ministerio de Educación de Colombia creó el Instituto Caro y Cuervo con el objetivo, entre otros, de continuar con su legado. En 1994 fue publicado el octavo tomo del Diccionario.
El lenguaje es el vestido de los pensamientos. -Samuel Johnson
Por algo más de cuatro décadas miles de estudiosos de los cinco continentes han visitado Colombia para cursar la maestría en lingüística y literatura hispanoamericana del Seminario Andrés Bello, uno de los programas del Instituto Caro y Cuervo que enaltecen el nombre de Colombia ante el mundo.
“Probablemente en ningún país hispanoamericano se han escrito tantos excelentes trabajos lingüísticos sobre el léxico de la variedad de español dentro de sus fronteras como los que se han publicado en Colombia por colombianos”. – Gunther Haensch y Reinhold Werner.
Por otra parte, debemos reconocer que no existe país alguno que hable un español perfecto. Es más, ni siquiera podemos decir con certeza que es un “perfecto español”. Además. Todos los países de habla hispana usan terminología que adaptan a sus necesidades adquiriendo malas costumbres, que en algunos casos deteriorando el idioma.
En algunas regiones usan excesivamente las Zetas (Z) o eses (S) donde no van. También destacamos la gran variedad de dialectos y modismos que cada país hispanohablante utiliza y al cual se acostumbran de tal manera que llegan a pensar que es la forma correcta de hablar, aunque estén equivocados.
Las lenguas son construcciones culturales que cambian y se renuevan para responder al uso. La importancia y el valor de la lengua está en su uso y su poder de comunicar. – Manual Álvar (afirma, Uno de los sociolingüistas más importantes de España)
El nivel educativo influye de manera muy marcada en la manera correcta de hablar el español y cualquier idioma. Claro está que toda regla general tiene su excepción. Por ejemplo podemos encontrar profesionales con muchos títulos que maltratan de manera abrupta el idioma en cualquier país. El buen hábito de leer ayuda mucho a mejorar nuestro vocabulario y nos permite conocer un poco más de las diversas culturas, sus modismos y expresiones coloquiales. La real academia de la lengua española (RAE) acepta que existe una nueva gramática y la actualiza, reconociendo que esto enriquece nuestro idioma con aporte de todos los países hispanoparlantes.
“La pregunta, por tanto, no es «dónde» se habla mejor sino «quién» habla mejor. El mejor empleo del lenguaje suele ir asociado con el interés personal y también con la formación individual. Y, en este sentido, el modelo de habla considerado culto se sitúa por lo general entre las personas mejor formadas, las que mejor conocen los recursos idiomáticos y las que mejor se sirven de ellos: escritores, periodistas, profesores, etc.”. – Instituto Cervantes
Escrito por: Mónica Sanabria