Una de las cosas que más nos causa felicidad cuando vivimos en otro país es recibir visitantes de nuestros respectivos hogares y llevarlos a esos sitios que muchas veces son mundialmente famosos y que nosotros hemos disfrutado como nadie. Sin embargo, organizar una visita así también puede llegar a ser algo estresante, pues se supone que somos nosotros los mejores guías y les mostraremos esos lugares de los que todo el mundo ha oído y leído pero también esas pequeñas joyas de las que muy pocos se han enterado.
Por eso sabemos que muchas veces necesitamos ayuda, y hoy te contaremos de esos lugares claves o actividades imperdibles cuando la familia o los amigos vienen a Nueva York. Una mezcla de sitios a los que hay que ir sin duda (y que tú seguramente has visitado o escuchado hablar de ellos) y otras, pequeñas joyas locales que los neoyorquinos han ido descubriendo con el paso de los años, así como pequeños trucos para hacer de tu experiencia algo más placentero. ¡Toma nota!
Un pase para todos los museos: lo primero que hay que establecer es que Nueva York es una de las ciudades más costosas para vivir y, por supuesto, turistear. La entrada a la mayoría de las atracciones y museos ronda los 20 o 25 dólares, así que si queremos recorrer bastante de la ciudad puede salir caro. Sin embargo, hay opciones como el New York Pass o el New York City Pass, que te permiten un número determinado de atracciones y lugares por un precio determinado con el que ahorrarás al menos la mitad del valor. Además, este tipo de pases están creados para necesidades y con duración diferentes, así que seguro encontrarás uno que se acomode a tus necesidades y además te permita entrar en la fila rápida de los lugares que se llenan con frecuencia.
La Reserva Jacqueline Kennedy Onassis
El parque imperdible: Central Park es uno de los lugares más emblemáticos de Nueva York, visto en incontables películas y referenciados en muchos contenidos de la cultura popular. Sin embargo, y dado su gran tamaño, resulta complicado conocer toda su extensión incluso para quienes tienen años viviendo en la ciudad. Por eso, es útil tener una lista de lugares dentro del parque, como la estatua de Alicia en el País de las Maravillas, a la altura de E 74th St, la Reserva Jacqueline Kennedy Onassis con su espectacular lago en la calle 86 (atravesando del este al oeste) o los campos de fresas con el mosaico de ‘Imagine’ entre las calles W 71 y 74. Central Park tiene una web muy completa en la que informa de sus actividades y eventos, así que es también una buena idea.
Cruzar un puente… o dos: una foto obligada en Nueva York es la que los turistas (o incluso los que llevamos tiempo viviendo allí) se toman en la mitad del puente de Brooklyn, cuyo recorrido es un imperdible de la visita a la ciudad. Sin embargo, si quieres impresionar a tus visitantes lo más recomendable es que vayas más allá de lo que está a la vista… o en Instagram. El puente de Williamsburg es otro atractivo de la ciudad que puede atravesarse a pie o en bicicleta, que ofrece hermosas vistas sobre el río y que, como atractivo, está mucho más despejado que el famoso puente de Brooklyn. Así que si estás buscando una opción fotogénica con menos público, vale la pena pasar.
Vista del Top of the Rock
Rascacielos imponentes: el edificio más destacado de la Gran Manzana es el Empire State, que hemos visto en incontables películas. Por años (desde su inauguración en 1931) fue el rascacielos más alto del mundo y sigue siendo más emblemático de la ciudad. Cada día son miles los visitantes que suben hasta su piso 86 para tomar fotografías de sus impresionantes vistas. Sin embargo, existe una alternativa que ha cobrado fuera en los últimos años, y es el observatorio del Top of the Rock, en el Rockefeller Center, desde donde también se ve una gran panorámica de la ciudad. El costo es mucho menor que el Empire State y hay varios niveles para tomar fotografías. Un buen dato es que ambas atracciones están incluidas en los paquetes de City Pass.
La estatua y la isla: otro recorrido obligado es el de la Estatua de la Libertad, que puede hacerse tomando un bote desde Battery Park con diferentes opciones. El acceso a la base de la estatua no tiene ningún costo, pero sí lo tiene acceder a la parte alta (corona) del lugar, así como al museo. Sin embargo, lo que la mayoría de los tours incluyen y muchos no aprovechan es el viaje a la contigua Ellis Island, la isla que funcionó como aduana de Nueva York entre 1890 y 1954. El lugar conserva un museo con desgarradoras e interesantes historias sobre la inmigración en los Estados Unidos y piezas originales usadas en el anterior edificio.
Uno de los vestigios del muro de Berlín
El muro de Berlín en Nueva York: la caída del muro de Berlín representó un avance para el mundo moderno, y sus vestigios son prueba de libertad, además de muestras de arte callejero. Lo que mucha gente no sabe es que en Nueva York pueden encontrarse cinco partes de este muro, en lugares desde el centro hasta el sur de la ciudad. Algunas locaciones son el Muro de las Naciones Unidos, la Plaza Kowsky en Battery Park y en un edificio en el 520 de la Avenida Madison.
Bares secretos: en los años 20, los bares en Estados Unidos tuvieron que sortear la era de la prohibición, por lo que surgieron los llamados speakeasies, bares clandestinos en los que se accedía a al licor en la oscuridad de las ciudades. En pleno siglo 21, algunos bares en Nueva York conservan el misticismo y encanto de los speakeasies, y se han convertido en una industria emocionante y próspera en la ciudad que nunca duerme. Lugares como un bar al que se accede por la cocina de un restaurante de hamburguesas o uno en el que debes usar una llamada en una cabina telefónica para ser admitidos son algunos ejemplos de la magia que puedes encontrar tras una pared cualquiera en Manhattan.
El Smallpox Hospital, en Roosevelt Island
Un hospital espeluznante: ubicada entre Manhattan y Queens se encuentra la pequeña Roosevelt Island, una extensión de 3.2 kilómetros en los que se guardan secretos del viejo Nueva York, entre ellos un hospital abandonado, el Smallpox Hospital que albergó a miles de afectados por la peste bubónica desde 1856. Hoy en día, el edificio es la locación perfecta para un recorrido espeluznante, al que se llega por teleférico o también como parte de los tures de Queens que se ofrecen en los diferentes paquetes turísticos.
Esta es solo una pequeña muestra de todo lo que la Gran Manzana puede ofrecer, y nosotros, desde Vínculos, queremos acercarte a las experiencias de colombianos en el exterior. Recuerda que puedes seguirnos en Facebook como Vínculos Colombia y visitar nuestra web www.vinculos.co.