Para hablar de la historia de Vínculos, hay que hablar de la historia de Viventa; y para hablar de la historia de Viventa tenemos que presentarles a sus fundadores, Sandra y Luis Felipe. Esta pareja de colombianos migrantes en los Estados Unidos se vio embarcada en un proyecto financiero para darle un mejor uso a las remesas de los colombianos en el exterior, esos “dólares envueltos en amor” con los que se construyen los sueños de miles de familias en nuestro país. La idea les gustó tanto que acabaron por crear su propia empresa, pues vieron que tenía tantos vacíos como potencial: investigaron, buscaron alianzas, se rodearon de un equipo de colombianos ‘echados pa’lante’ y empezaron a trabajar.
Pero más allá de un negocio, su meta era crear oportunidades para que los colombianos en el exterior vivan mejor, y esto va desde la asesoría y unos servicios financieros cada vez más evolucionados y acordes a la situación de los migrantes, hasta la creación de contenidos de calidad para la comunidad, la razón de ser de Vínculos. Para unirnos a la celebración, les contamos sus orígenes, sus momentos decisivos y su peculiar ‘celebración de 15’.
El principio de la historia
La historia empezó en Miami, en enero de 2005, cuando Alicia Naranjo, una antigua jefa de Sandra Amézquita (nuestra Directora Ejecutiva), la llamó para pedirle ayuda con un proyecto que venía trabajando con varios constructores en Colombia. La idea consistía en crear una red de brókers en el exterior con el objetivo de canalizar las remesas que los colombianos enviaban a Colombia para la compra en vivienda, esta empresa hoy la conocemos como ‘Casa Propia’.
En febrero de ese año, Sandra y su esposo Luis Felipe se embarcaron en el proyecto y se fueron para la primera Feria de Camacol a atender clientes, aunque en realidad, según confesaron años después, no sabían muy bien lo que estaban haciendo. Su preparación había sido rápida y poco clara sobre cómo formalizar la compra y obtener crédito desde el exterior. Llenos de ideas y ganas de hacer las cosas bien, salieron de ese evento con una larga lista de tareas y una nueva empresa: Viventa.
La infancia de Viventa
Las cosas no fueron fáciles, pero escalaron con rapidez. Tras su fundación en abril del 2005, con muy pocos recursos y ante miles de dificultades, los fundadores de Viventa comenzaron a contratar gente, a documentar procesos y a formalizar alianzas para poder darle estructura al negocio naciente. Para Septiembre del 2005, 7 meses después de su primera experiencia, volvieron a la segunda Feria de Camacol, esta vez en Nueva York.
“¡Y si Miami fue un éxito, Nueva York fue la locura!”, cuenta Sandra, mientras Luis Felipe agrega: “La cantidad de gente era impresionante. Recuerdo especialmente que nos quedamos durante varios días después del evento y montamos una oficina ambulante en las calles de Queens para atender a los clientes.”.
A principios del 2006 Viventa estrenaba oficina en Jackson Heights, Nueva York, y consolidaba su existencia al asistir a las diferentes ferias y eventos de colombianos en la Florida y en los alrededores de Nueva York, dos de los grandes núcleos donde residen los colombianos en Estados Unidos. En los siguientes años la empresa lanzó su propia serie de eventos: el ‘Bazar de la Vivienda’, y con ellos llegaron a las comunidades de Miami, Nueva York, Tampa, Orlando, Houston, Chicago, Atlanta, Los Ángeles, Boston, Toronto y Montreal. Además de su labor de asesoría financiera, allí se repartía un magazine impreso con información relevante para los colombianos inmigrantes, el inicio de lo que se convertiría en Vínculos, nuestra revista digital.
La crisis del 2008
Sin embargo, tras toda historia de emprendimiento siempre hay momentos de éxito y fracaso, de fortuna y adversidad, y el caso de Viventa no es diferente. En el 2008 explotó la crisis financiera, originada en los Estados Unidos pero con un impacto global. Las consecuencias fueron evidentes muy rápidamente; las oportunidades de trabajo para migrantes disminuyeron, el dólar se debilitó y las remesas decrecieron. En ese punto se originó un periodo de varios años donde Viventa, con dificultades financieras y a pesar de la adversidad, logró seguir creciendo. Para finales del 2010 ya contaba con más de 20 empleados, oficinas en Boston y Manizales, alianzas con Bancolombia, Davivienda y Giros & Finanzas, y un saldo de más de 3000 personas a las que habían ayudado con la adquisición de su crédito y la compra de su casa en Colombia.
El proceso de reinvención
Ya habían pasado cinco años desde la creación de la empresa y los directores de la empresa tenían claro el rumbo estratégico de Viventa: ayudar a los colombianos en el exterior a acceder a oportunidades para vivir mejor. Esto dio origen a nuevas líneas de asistencia que incluían cuentas de ahorro, soluciones pensionales, de seguros, y al empaquetamiento de su asesoría para acceder al crédito hipotecario bajo el servicio que a partir de ese momento se conoce como VivePréstamo. También crecieron en el número de colaboradores y el número de oficinas: en el 2013 abrieron una en Houston.
A finales del 2014 la empresa se encontraba en un contexto complejo: con un aumento acelerado en desembolsos y ventas, tras haber hecho inversiones en nuevas contrataciones, más oficinas y nuevos sistemas, el dólar se fortaleció y comenzó la devaluación del peso que rápidamente hizo que pasará de $2.000 a $3.500 en el curso de 12 meses. El impacto en los ingresos fue evidente y les planteó la necesidad de hacer cambios estructurales.
Viventa: 10 años
El 2015 fue un año de celebración y cambio, Viventa cumplía 10 años y su equipo sentía una gran responsabilidad con sus colaboradores, aliados y clientes, lo que los motivó a reinventarse. Fue así como ese año la empresa refrescó su marca y su presencia online, y cambió su estrategia de mercadeo restando énfasis a los eventos presenciales e invirtiendo en inbound marketing. Además, trasladó su departamento de operaciones de Miami a Medellín, creando refuerzos para afrontar la creciente demanda, y, por supuesto, ¡celebró su primera década!
Viventa, una nueva madurez
En los últimos años Viventa ha logrado consolidarse como un agente de cambio, ampliando y transformando sus servicios. En el 2018 adoptó la filosofía del 1% pledge como estrategia de responsabilidad social, buscando estar cada vez más en sintonía con la comunidad. En el 2019 introdujo sus primeros desarrollos, Credifile y Parametrika, para facilitar a las familias colombianas trabajadoras en todo el mundo el acceso oportuno al crédito: es así como han llegado a los hogares de miles de colombianos en América, Europa, Asia y Oceanía.
Este fue el primer paso de lo que será su proceso de automatización y transformación digital, fundamentos de su estrategia a largo plazo. También fue el año en que se consolidó Vínculos, esta revista digital con la que buscamos conectar la inmensa comunidad de colombianos en el exterior. En palabras de Sandra: “como inmigrantes conocemos de primera mano sus necesidades, sueños y metas; entenderlos en entendernos, y sabemos que compartir nuestra experiencia con el ejemplo de lo que hacemos es un arma poderosa de ayuda y empoderamiento colectivo”.
Tradicionalmente, los quince años representan la madurez, y su celebración, un rito de paso. Así pues, aunque la celebración de su tercer quinquenio se había planeado de otra forma, Viventa sí que sabe adaptarse y reinventarse. Aprovechando al máximo las oportunidades que ofrece la tecnología, el 7 de mayo reunió a todos sus colaboradores, amigos y allegados, dispersos por el mundo, para brindar desde la distancia a través de una videofiesta muy animada.
Así pues, y a pesar del confinamiento, con pandemia incluída y desde la distancia, Viventa celebró un año más de existencia y nos dejó un mensaje muy emotivo, cargado de esperanza y ‘berraquera’ colombiana: “Gracias a todos por apoyarnos y por creer en este proyecto. Desde ahora les aseguramos que nos reinventaremos, saldremos más fuertes y nos daremos todos los abrazos atrasados. Pero por ahora, un brindis. ¡Salud!”